La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) pidió activar la Carta para «que ayude a resolver la crisis venezolana de manera pacífica y restablecer el orden constitucional que el gobierno de Nicolás Maduro ha alterado en Venezuela» y desestimó la mediación.
Se «intenta vender un presunto ‘proceso de diálogo’, hasta la fecha inexistente, con el objeto de frenar la activación (de la Carta)», indicó la MUD en un comunicado.
Las sesiones en la OEA ocurren mientras miles de venezolanos hacían filas esta semana para validar sus firmas y sacar adelante un referendo revocatorio este año contra Maduro, en medio de un empeoramiento de la crisis económica del país petrolero.
Pero el mandatario, heredero político de Hugo Chávez (1999-2013), sostiene que el revocatorio es inviable antes de 2017 y acusa un golpe de estado legislativo.
Zapatero y los expresidentes Martín Torrijos de Panamá, y Leonel Fernández de República Dominicana han intentado reducir la brecha entre las partes, hasta hora sin éxito aparente.
Ante la crisis, el secretario general de la OEA, Luis Almagro invocó la Carta Democrática el 31 de mayo pasado y publicó un demoledor informe sobre la crisis política y de derechos humanos en Venezuela.
La oposición acusa al gobierno de desconocer el Parlamento, limitar la libertad de expresión y encarcelar a dirigentes por razones políticas, entre otras denuncias. El gobierno niega rotundamente esas acusaciones.
Si al menos 18 países votan a favor, la OEA podría decidir tras la sesión del jueves de tomar medidas diplomáticas para estabilizar la situación en Venezuela.