A mis lectores, sean ustedes multiplicadores de este mensaje como una contribución espontánea de lo que mi corazón les quiere decir, haciendo honor como todos sabemos que el mejor lenguaje es el del corazón y aunque el momento es crítico tengo la corazonada de que pronto en nuestro país las condiciones serán mejores, siempre y cuando todos aportemos nuestra voluntad y, como siempre, sigamos ayudando a conseguir el camino de la paz, ingrediente único y necesario que trae consigo amor, convivencia y el desarrollo de un país que desea salir de la crisis por la vía pacífica.
Es el deseo y lo mas idóneo de gente con sensibilidad, cosa que no significa gran esfuerzo, pues contamos con un país de jóvenes con aspiraciones, ambiciones y voluntad que desea el bienestar para todos sin excepción. Las condiciones están dadas, aquí tenemos un país rico y reúne todos los requisitos para ser un país de primer mundo y no un país que lo miren con desprecio como lo resaltan las noticias. El mundo nos tiene la vista puesta y lo lamentable es que es de una forma negativa que en nada nos hace bien.
No hay duda de que esta patria es de gente luchadora, que no pierde la constancia y la mantiene como su principal aliado en busca del progreso y soluciones beneficiosas, desprendido de todo egoísmo, produciendo para el país, además de que seamos ejemplo como impulsores del desarrollo de gente de buena voluntad, con discurso alentador y motivador a seguir haciendo y enseñando el camino del trabajo, a mantenerse ocupado, no dejándole espacio a la holgazanería, a la vagancia ni a la vida fácil, y muchos menos estar apropiándose de lo que no es suyo.
Por ello la constancia es nuestro principio, que ninguna tentación sea mas fuerte de lo que todos esperamos; buscar la motivación con ejemplo que dignifique a quien quiere hacer aportes en positivo, que se les abra la mente de que este país es bello y rico. Aun con todos los problemas es admirado por personalidades de buena fe e ideas claras. Cuando les oímos decir que este país tiene de todo entonces nos preguntamos: ¿por que hay tanta escasez? Vergüenza nos da sobre todo a aquellos que le hemos dedicado la vida al trabajo siempre produciendo mas de lo que consumimos, pagando impuestos, contribuyendo a no ser parte del problema ni de estas dificultades; que Dios no nos permita perder la motivación, ingrediente fundamental para que funcione la creatividad. La motivación debe despejarnos la mente y la vista para defender lo nuestro, este rico país, que por muy duro que le den más temprano que tarde será motivo de admiración por los que hoy nos miran con desprecio.
Dios nos dé disciplina y valor para aguantar con dignidad. Creo que todo lo malo está por pasar; debemos tener un poco de paciencia, sin miedo. Si uno tiene miedo es porque no tiene propósito en su vida y ese no es el caso de un país de gente joven, dispuesta, de buena voluntad a no dejarse castrar sus aspiraciones con una férrea disciplina y voluntad por encima de lo que sea; constancia, disciplina, motivación y amor por el país, sin olvidar que los vivos quieren ganar más y trabajar menos. Oído a un mensaje que dejó Séneca: “El hambriento no razona, no le importa la justicia ni las oraciones”, aparte de “que el hambre es la madre de la cólera”. Jóvenes, no olvidemos a nuestro país, tengan mucha disciplina sin olvidar que cualquier improvisación puede acabar con cualquier organización y como ejemplo nuestra patria.
Ahora más que nunca el campo es la solución, unidos todos por la paz, la convivencia, el respeto y la prosperidad de nuestro país.
@JGMendozabargto
