Alentada por un sólido triunfo en California, Hillary Clinton se proclamó victoriosa en las primarias del Partido Demócrata, tomando su lugar en la historia y emprendiendo la difícil tarea de unir una formación fracturada para enfrentar a Donald Trump.
Clinton se impuso en cuatro de los seis estados en juego el martes —California, New Mexico, South Dakota y New Jersey. Con cada uno de estos resultados afianzaba un poco más la derrota del senador Bernie Sanders, convirtiendo en cada vez más improbables sus escasas posibilidades para reactivar su campaña en la última gran noche de primarias estatales.
La seguidilla de victorias que tanto necesitaba Clinton le permitió celebrar el «hito» que buscaba desde hace años: convertirse en la primera mujer que encabeza la candidatura de uno de los grandes partidos para presidir el país. En Brooklyn, ante una audiencia plagada de banderas, la ex secretaria de Estado recibió los aplausos y vítores de sus seguidores.
«Las barreras pueden superarse. La justicia y la igualdad pueden ganar», dijo. «Esta campaña quiere asegurar que no hay techo, que ninguno de nosotros tiene límites. Este es el momento de unirnos».
Durante su trayectoria política, Clinton fue primera dama de Estados Unidos desde1993 hasta el 2001; posteriormente en el mismo año, fue electa al senado por el estado de Nueva York.
Su último cargo fue el de secretaria de Estado desde 2009 hasta el 2013, bajo la presidencia de Barack Obama.
Cabe destacar que hace ocho años, durante la misma fecha (07 de junio), Hillary Clinton, reconoció su derrota frente a Obama, para la nominación por el Partido Demócrata.