El Zoológico de Cincinnati reabrió el martes su sección de gorilas con una barrera más alta, luego que un niño cayera en la jaula de un gorila que arrastró al pequeño hasta que sacrificaron al simio.
La reapertura de la exhibición ocurre un día después de que el fiscal local anunció que no se entablarían cargos contra la madre del pequeño, que atendía a otro de sus hijos cuando el niño de 3 años salió corriendo libremente como es típico de esa edad.
La barrera anterior, que había sido aprobada en varias ocasiones por la Asociación de Zoológicos y Acuarios, fue reemplazada por una de poco más de un metro (42 pulgadas), unos 15 centímetros (6 pulgadas) más alta que la anterior, con estacas de madera sólida en las partes superior e inferior, además de una malla hecha de soga en el borde inferior, indicó el zoológico. También se instalaron cámaras de vigilancia.
El director del zoológico, Thane Maynard, dijo que la exhibición de gorilas nunca había tenido problemas en 38 años pero que de todos modos la barrera ayudará a proteger tanto a los animales como a los espectadores.
La medida «intensifica nuestras gestiones para garantizar que nuestros animales estén a salvo, al igual que nuestros visitantes», declaró Maynard.
El pequeño al parecer trepó por encima de la barrera anterior el 28 de mayo, atravesó unos arbustos y cayó unos 4,5 metros (15 pies) a un estanque en el recinto del primate. Guardias del zoológico mataron a tiros al gorila de 180 kilos (400 libras) a fin de proteger al pequeño, que sufrió unos pocos rasguños.
Rebekah Ridgeway, residente de Cincinnati, estaba allí de visita junto con su hija de 7 años cuando la sección de gorilas fue reabierta.
Dijo que aunque la barrera anterior estaba bien, la nueva la hace sentir más cómoda como madre, pues permite a los espectadores ver por encima, pero no treparla.
