No sólo la parcela 12 en la Zona Industrial es tema de debate en Barquisimeto, también otros 20 terrenos de uso industrial registran severos problemas que impiden su desarrollo.
Se trata de un lote de parcelas vendidas durante la gestión de la alcaldesa Amalia Sáez, las cuales son afectadas, en porcentajes varios, por el Parque Recreacional de La Ruezga, cuyo decreto de creación data de abril de 1992 y por tanto sería anterior a las ventas, concretada por una administración pasada de la Compañía Anónima del Desarrollo de las Zonas Industriales de Barquisimeto (Comdibar).
Al respecto, Víctor Perozo, actual presidente del ente, precisó que se trata de parcelas ubicadas entre la zona industrial II y III, que presentan múltiples impedimentos para que los empresarios que las adquirieron puedan desarrollarlas industrialmente, dado que se trata de zonas de protección urbana. Para dicho fin requerirían del permiso del Ministerio del Poder Popular Para el Ecosocialismo y Aguas.
En este sentido, manifestó que se han mantenido en reuniones con los empresarios afectados, así como con el Departamento de Planificación y Control Urbano (DPCU) de Iribarren, a fin de estudiar distintas alternativas para solventar la problemática. También tienen en proyecto reunirse con el Ministerio del Ambiente, a objeto de evaluar en conjunto alternativas para los empresarios.
Indicó que el terreno en cuestión comprende aproximadamente 20 hectáreas, lo que ha acarreado conflictos con los empresarios que adquirieron estas de manera legal de manos de la administración anterior.
Detalló que algunas de estas parcelas registran una afectación del 100% de sus terrenos, otras es del 60% del mismo. Por tanto, estudian también la posibilidad de que se les permita construir en las áreas no afectadas.
Perozo subrayó que Comdibar está abocada a la búsqueda de soluciones a dicho problema, generado por ventas que iniciaron en 2010.
Detalles de las ventas
“Es una venta que se hizo con vicios, en cuanto a su permisología y aunque esto ocurrió en otra administración, nos corresponde buscar alternativas técnicas y legales para la resolución del problema”, comentó Perozo.
Al respecto, Frank Torrealba, asesor jurídico del ente, indicó que es importante tener en cuenta que el Decreto del Parque Recreacional La Ruezga y su condicionamiento, establecen que todo lo que toque su línea de delimitación debe ser desarrollado para un fin distinto al industrial, por tanto de tipo ecológico y ambiental.
El mismo delimita una extensión de 161 hectáreas y algunas de estas limitan con las zonas industriales, razón por la cual las parcelas no debieron ser vendidas.
En este sentido, citó el caso de la empresa Proyectos y Construcciones Franyesca, que adquirió un terreno de aproximadamente 34 mil metros cuadrados en 2013 y registra un porcentaje de entre el 40% y el 60% de afección del parque, por lo cual no ha obtenido los permisos para el desarrollo industrial del mismo. Vale acotar que otros terrenos registran una afección mayor.
A esto sumó que existe un pronunciamiento emitido por el Ministerio del Ambiente, por lo cual dichas áreas son para su exclusivo desarrollo. Sin embargo, también esperan por una nueva intervención al respecto, a fin de conocer su aplicabilidad o si habrá un decaimiento del mismo.
Sobre si el compromiso de venta podría atribuirse directamente al personal involucrado en la misma, acotó que en este caso se abrirá seguimiento, a fin de conocer el grado de responsabilidad de los involucrados, ya que las ventas fueron indebidas.
Reuniones y estudios
Sobre las reuniones que sostienen con empresarios, el presidente de Comdibar Perozo y el consultor Torrealba indicaron que una vez conocida y desarrollada una propuesta, le será informada a los empresarios. No obstante, mientras eso ocurre sostienen y les manifiestan su deseo de solventar la problemática.
Subrayó que estos espacios igualmente se encuentran abandonados, por lo cual sería positivo darles utilidad.
“Seguimos mediando para encontrar una solución a esta problemática, aunque debe quedar claro que la venta la realizó una gestión anterior”, acotó el consultor.
Al consultarles si Comdibar cuenta con lotes de terreno para responder a la problemática con un intercambio o reubicación, el presidente de la entidad aseguró que no tienen ninguno disponible.
Las operaciones que mantiene en la actualidad son de rescate de terrenos abandonados, sin embargo, esta figura no les permitiría disponer de la cantidad suficiente como para trasladarlos hacia otros sectores de la zona industrial.
-Recuperamos terrenos para ponerlos al servicio del industrial. No estamos de acuerdo con que se engorden los terrenos para luego venderlos. La razón de ser de Comdibar ha sido promover el desarrollo industrial y por eso nos preocupa esta situación.
Es de destacar que los terrenos recuperados son aquellos que no cumplan con las normas impuestas por Comdibar como parte de la adquisición de los mismos. Una de estas es que debe registrase desarrollo industrial en un plazo de entre dos y cinco años.
Respecto a una posible devolución del dinero o indemnización por los daños, insistió que actualmente estudian múltiples escenarios.
Subrayan que el contrato de venta de Comdibar también establece múltiples condicionamientos y ciertos saneamientos sobre el grado de responsabilidad de las compras y ventas, por lo cual tendrían que realizar un diagnóstico pormenorizado de cada uno de los contratos suscritos.
Al presente los empresarios han mostrado su intención para solventar la problemática. No se han interpuesto demandas en el caso, por lo cual Perozo insiste que la intención de Comdibar es conciliar.
Sostiene que tanto área técnica como presidencia realizan los estudios al respecto. “El primer deseo ha sido el del diálogo, a fin de evitar la confrontación”, expresó el presidente del ente.