Un cambuche realizado con bolsas de plástico, sacos y sábanas estaba en la punta de la montaña, del barrio La Bella Lucha, ubicado al oeste de la ciudad, en la parroquia Juan de Villegas.
El mismo era utilizado como refugio por miembros de la banda El Ángelo.
Funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) de la subdelegación San Juan, abatieron a dos de los presuntos delincuentes; dos lograron escaparse, entre ellos El Ángelo, uno de los líderes.
Robaron un vehículo
Hace dos días en el centro de la ciudad se robaron un vehículo marca Hyundai a una dama, le solicitaban la cantidad de 2 millones de bolívares para devolvérselo. La denuncia fue puesta ante el cuerpo detectivesco y efectivos de San Juan comenzaron a investigar.
Lograron hacer conexión del robo con una banda conocida como El Ángelo, a la cual le venían siguiendo los pasos. Está conformada por más de diez jóvenes y que también es liderada por otro sujeto conocido como Jairo.
Supieron que los presuntos delincuentes eran de La Bella Lucha y la noche del miércoles fueron los funcionarios, pero observaron que la zona era bastante intrincada. Supieron que tenían jóvenes en las esquinas cuidando como especie de “gariteros” y la misma gente de la comunidad les informó que su zona de operaciones era hacia la montaña. A las 11 de la mañana de ayer regresaron.
Según las versiones policiales no estaban los “gariteros” abajo y los sabuesos aprovecharon para irse hasta la montaña y efectivamente consiguieron cuatro sujetos en un cambuche.
Ellos al notar la presencia de los uniformados comenzaron a disparar en contra de los efectivos.
Dos lograron escapar, entre esos el líder de la banda El Ángelo, y dos resultaron lesionados. Uno murió en el sitio a los pocos minutos y otro fue trasladado hasta el ambulatorio de La Carucieña, en donde falleció.
Familiares de los fallecidos indicaban que los funcionarios sorprendieron a los jóvenes en la esquina y ellos corrieron para salvarse, pero aún así fueron baleados. Los mismos estaban molestos por el procedimiento y no aportaron dato alguno de los fallecidos y hasta la tarde de ayer no habían sido identificados por las autoridades.
Bien armados
Un cambuche tenían en la punta del cerro. Estaba armado con sábanas, bolsas negras y sacos, tenían colchonetas, varias mudas de ropa e implementos para cocinas.
En dicho lugar fueron colectadas cuatro armas de fuego, dos revólver calibre 38, uno cañón corto y otro largo, además de tres escopetas calibre 12, a un lado estaban un puño de varios cartuchos de escopeta. Así mismo se consiguió una granada fragmentaria y un chaleco antibalas negro.
Algunas tarjetas de créditos y papeles pertenecientes a la dama que fue objeto de robo, así como de otras víctimas.
El sitio estaba lleno de curiosos quienes esperaban que el abatido fuera sacado del lugar.
Mantenían azotada la zona
Algunos murmuraban que eran delincuentes que tenían azotada la zona, que son una banda conformada por más de diez personas, todos jóvenes. El Ángelo, quien es uno de los líderes está recién salido de la cárcel y solicitado por homicidio. Son residentes de esas mismas calles.
Indican que les han llegado a ver en su poder armas de guerra tipo Fal, y al menos nueve pistolas tipo Glock, las cuales exhiben en teléfonos celulares hasta los pequeños de la zona.
Habitantes de La Bella Lucha, que no quisieron identificarse por temor a represalias, comentaron que los delincuentes acostumbran a robar comida o dinero en las bodegas de la zona para abastecerse. Los robos son tan constantes que corrieron a los despachadores de agua potable y de Lácteos Los Andes. Así mismo manifestaron transportistas de las rutas 6, 13 y 17 que a diario son robados entre ocho y diez veces por los miembros de esta banda y las horas preferidas son en la mañana y a la 1 de la tarde.
También observaban como suben vehículos nuevos para la zona, saben que son robados.
De la misma forma contaron que dos cuadras antes del lugar de los hechos acostumbraban a montar una alcabala, en la que a punta de pistola bajaban a las personas de sus vehículos, las revisaban de pie a cabeza y decidían quien pasaba o no, en ocasiones hasta cobraban.
“Por acá no llega Gobierno. Nadie se atrevía a meter con ellos; inclusive cuando yo vi pasar los carros pensé que eran otros robados”, comentó una mujer de la zona haciendo alusión a los efectivos del cuerpo detectivesco quienes llegaron en vehículos particulares a la zona. Trascendió que los sabuesos seguirán tras los pasos de El Ángelo y Jairo, que no pudieron ser localizado mediante este procedimiento.
