“Más que un diálogo entre sectores políticos, la mayoría del país reclama entendimiento para resolver los problemas prioritarios que afectan a la gente, sobre todo a los más necesitados, porque la pobreza por ingreso hoy es de aproximadamente 80%, tenemos gente pasando hambre en este país petrolero”.
Así lo expresa Henri Falcón, quien detalla que la agenda del debate debe incluir soluciones concretas a la escasez de alimentos y medicinas, el alto costo de la vida, la inseguridad y servicios públicos como electricidad, gas y agua.
“Esos son los temas que angustian a los ciudadanos y allí debe centrarse el diálogo, que en mi opinión, debe tener dos grandes áreas de trabajo: el diálogo político para la gobernabilidad y el diálogo económico para la productividad”.
Sugiere Henri Falcón que se involucre decididamente en las conversaciones a la institución más respetable del país como es la Iglesia, bien sea a través de la Conferencia Episcopal o a través del mismo Vaticano. “Es importante contar con una mediación que genere confianza en todos los sectores del país”.
Para que el nuevo diálogo no sea una burla o una estrategia dilatoria del proceso de cambio, el mejor intermediario para concretarlo, como lo hizo con Estados Unidos y Cuba, es el Papa Francisco, la Iglesia, propone Henri Falcón.
“No se puede caer en el juego de un gobierno desesperado que trata de ganar tiempo para llegar al 2017 saboteando las salidas constitucionales, obviando el referéndum y las elecciones regionales, no le quieren consultar al pueblo porque la mayoría quiere un cambio de gobierno, pero se equivocan al no canalizar los deseos constitucionales, el país no puede seguir el rumbo del irrespeto a la constitución nacional”.
Insiste en que el Papa y la iglesia pueden ayudar mucho para que se concrete el entendimiento por el país, con un proceso de transición en paz, pronto, porque el pueblo está perdiendo la paciencia, la esperanza.
Gobierno de Unidad Nacional
“Hay que luchar por el revocatorio y las elecciones regionales, el pueblo debe expresarse como lo manda la constitución nacional, para buscar una salida democrática y evitar la anarquía social, un golpe de Estado o un gran estallido social que arrase con todo. El país necesita con urgencia concretar el cambio político con un Gobierno de Unidad Nacional que enfrente la crisis estructural y el hambre en Venezuela. Debe ser un gobierno plural y civilista, de reconciliación nacional que responda de forma eficiente a la angustiosa preocupación de salvar a Venezuela, que transforme el Estado Venezolano centralista en una estructura de poder descentralizada que consolide el Estado Federal y Democrático como lo establece la Constitución Nacional de 1999. Un gobierno que gobierne de verdad, sin sectarismo, sin revanchismo, con planificación y eficiencia”.
Contribución internacional sin intromisión
Sobre el debate generado en la Organización de Estados Americanos en relación a la crisis venezolana, el presidente de Avanzada Progresista plantea que la intermediación de organismos internacionales o de gobiernos de otros países, se haga como una contribución y jamás como una intromisión en los asuntos internos del país.
“Yo soy un defensor del principio de autodeterminación de los pueblos. Pienso que los problemas nacionales debemos resolverlos los venezolanos, pero debemos valorar como un aporte importante, la ayuda que desde instancias internacionales nos puedan brindar para superar la crisis nacional que vivimos, siempre respetando nuestra soberanía”.