Desde hace un mes residentes del barrio La Libertad de Quíbor, municipio Jiménez observaban como llegaban container llenos de comida y de artículos de primera necesidad a un galpón. Nunca eran sacados del lugar, ni muchos menos vendidos a las personas del pueblo quienes desde hace más de un año están padeciendo del desabastecimiento.
El despacho y el movimiento de montacargas se acentuaron hace tres días atrás. Por lo que un grupo de hombres a las 9 de la noche del martes saltaron las paredes del galpón y una vez adentro procedieron abrir un portón.
A las afuera del mismo ya se habían aglomerados personas de la comunidad y todas entraron para agarrar parte de la mercancía que allí estaban. Muchos salieron a ver, otros se dejaron llevar y lograron sacar 80 bultos de harina Venezuela, que equivale a 1600 harinas y 100 paquetes de pañales.
La situación se comenzó a salir de control la gente estaba desesperada y de inmediato las autoridades policiales fueron notificadas del saqueo que se llevaba a cabo en los galpones que funcionan como centro de acopio de la Corporación Venezolana de Alimentos (CVAL).
Llegaron agresivos
Además de funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) que son los que siempre custodian el lugar, llegaron efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB). “Los guardias fueron muy agresivos” comentó Estefany Pérez, quien aseguró que no estaban en el lugar por gusto, sino por una necesidad.
En medio de todo detuvieron al menos a 25 personas, cifra que posteriormente se redujo a trece que según información oficial fueron lo que encontraron propiamente en el saqueo.
Jenny Torrealba, esposa de uno de los detenidos, asegura que fue golpeada y maltratada por los uniformados a quien la hicieron hasta vomitar sangre, a ella la dejaron libre, pero su pareja no corrió con la misma suerte y señala la dama que tan solo se encontraban en la esquina mirando lo que pasaba.
“El pueblo tiene hambre, hace rato que los comercios han bajado las ventas y nosotros no conseguimos nada, siempre bajan mercancía como para 500 personas, compran primero los uniformados y a la comunidad le venden a 100”, expresa María Goyo, residente de Quíbor.
“No estamos de acuerdo con el saqueo, porque eso trae violencia, pero tenemos hambre, lo que queremos es que nos vendan la comida”, manifestó José Freitez, mientras estaban apostados la mañana de ayer afuera del galpón, que estaba custodiado por funcionarios de la GNB.
Los habitantes de Quíbor observaban por orificios a través del portón y aseguraban que parte de la harina ya estaba vencida, aseguraron que adentro además había champú, toallas sanitarias, aceite arroz, carne en estado de descomposición y hasta repuestos de vehículos y baterías.
Todos querían que le vendieran y pasada el mediodía de ayer seguían apostados en el lugar esperando que alguien les diera la cara.
Mercancía es de Plaza
“Estamos en Estado de excepción, podemos llevarnos preso a cualquiera y ustedes no tienen derecho ni a protestar, ni reclamar”, indicó Luis Plaza, dirigente del PSUV y ex alcalde del municipio Jiménez, en las afueras del puesto de la Guardia Nacional la noche del martes cuando se llevó a cabo la detención de las personas que presuntamente participaron en el saqueo, así lo indicó Eiber Pérez, vicepresidente de la Cámara Municipal de Quíbor, quien además expresó que las detenciones fueron arbitrarias y atropellos contra el pueblo.
Manifestó el concejal que investigarían a quien pertenece el galpón y la procedencia de la mercancía, expresando que ciertamente el pueblo está pasando tanta hambre ante la escasez de alimentos.
“Nosotros tenemos sospecha que el dueño de este galpón es Plaza, porque pedimos la guía Sada de esos camiones y exigimos saber quien es el dueño y nadie nos dice nada, ni nos da la cara”, comenta Morelbis Silva. La mujer manifiesta que es sospechoso que él único que aparece sea Plaza, quien para ellos tiene una alcaldía paralela en la población de Jiménez y quien sigue teniendo el control de la población.
Al lugar se hicieron presentes de Ministerio Público, una comisión del Cicpc a quien alertaron de comida en estado de descomposición, pero no les permitieron su ingreso.
Desde el componente castrense explicaron que el galpón es un centro de distribución de alimentos para occidente donde llegan alimentos provenientes de Puerto Cabello, que posteriormente son redistribuidos hacia los estados Falcón, Zulia, Yaracuy y Lara. “A lo mejor es que la gente no sabía de la existencia de eso, que tiene funcionando allí mucho tiempo. A la misma vez que aseguraban no haber maltratado a nadie”, comentaron los militares.
