Continental ha presentado una tecnología para evitar que el conductor mueva las manos del volante para buscar una palanca y puedan provocar una situación de peligro o no reaccionar a tiempo cuando se produzca una.
Los carros que se están anunciando estos años cuentan con sistemas muy complejos para el control del cuadro de instrumentos, que ahora incluye el control de la radio, notificaciones, el navegador, los avisos del sistema… Son muchas acciones para poco botón, por lo que en ocasiones hay que navegar mucho por los menús para encontrar lo que uno necesita. Esto a 120 km/h puede suponer dejar de prestar atención durante unos segundos a la carretera.
El prototipo de Continental traslada una gran parte de los controles hacia dos paneles de plástico transparentes situados tras el volante que se operan usando los pulgares al más puro estilo touchpad gracias a una superficie táctil. Eso sí, los paneles no tienen ningún tipo de componente electrónico.
Un sensor detecta el movimiento de la mano y lo convierte en acciones por lo que el conductor puede navegar por los menús como si se tratase de la pantalla de su smartphone, algo mucho más intuitivo que las clásicas flechas y botones de confirmación. Este sensor lo compone una cámara 3D con un sensor de imagen integrado que convierte la señal de infrarrojos detectada por el sensor en una imagen 3D. Los responsables aseguran que los gestos del conductor se detectan con una precisión milimétrica.
Los sistemas de control basados en gestos no son una tecnología nueva pero prometen revolucionar por completo la interacción entre coche y conductor y deben hacerlo rápido porque en pocos años llegarán los automóviles autónomos y este tipo de sistemas no serán necesarios.
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