El “gran síndrome” que América Latina debe superar es el del presidencialismo, afirma en una entrevista con Efe el secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), Ernesto Samper, según el cual ese sistema frena la resolución de sus actuales crisis.
La región, a su juicio, se ha quedado con lo peor del presidencialismo norteamericano y del monarquismo español “y sin ninguno de sus beneficios”, es decir sin un Estado federal que sirva de contrapeso o sin una separación de funciones que matice “el ejercicio absolutista del poder”.
“Si en un conflicto como el que acaba de suceder en Brasil hubiera existido un sistema parlamentario como el de Europa seguramente hubiéramos podido convocar elecciones anticipadas, disolver el congreso, someter el mandato presidencial a referendo. Hubiera habido maneras de salir de la crisis”, sostiene.
La situación en Brasil con el juicio político a su presidenta, Dilma Roussef, y la tensión en Venezuela entre el Ejecutivo y la oposición “amenazan la continuidad democrática en la región”, añade al inicio de un viaje oficial a París efectuado con motivo de la celebración de la Semana de Latinoamérica y el Caribe.
El abogado, economista y político (Bogotá, 1950) confía en las posibilidades del diálogo en Venezuela y en que se dé a Roussef “el derecho de su legítima defensa”. Y anima a la región a “repensarse a sí misma”, haciéndolo “por vías democráticas” y sin un coste “en términos de paz”.
El expresidente colombiano estima que el principal problema de Latinoamérica a corto y medio plazo está relacionado con la situación económica, “en fase de decaimiento por la recesión europea y estadounidense, por la menor demanda china, por la caída de los precios de los productos básicos”.