Una ola de ataques con bombas, reivindicados por el grupo extremista Estado Islámico, dejaron al menos 24 muertos en zonas comerciales dentro y cerca de Bagdad el lunes, mientras tropas iraquíes libran una ofensiva para recuperar la ciudad de Faluya, al oeste de la capital del país y que ahora está en manos de los extremistas.
Se cree que esta táctica empleada por la milicia radical, responsable de agresiones recientes en la ciudad y en otros puntos del país, busca distraer la atención de las fuerzas de seguridad del frente de batalla.
Los ataques coinciden con una importante ofensiva militar iraquí para expulsar a los extremistas de EI de Faluya y recuperar el control de la ciudad, que cayó en manos de los radicales hace más de dos años. La operación comenzó hace una semana, y las fuerzas iraquíes cuentan con el respaldo de paramilitares y los bombardeos aéreos de la coalición liderada por Estados Unidos.
La más letal de las agresiones del lunes tuvo lugar en el vecindario de Shaab, de mayoría chií, en el norte de Bagdad, donde un suicida estrelló un auto cargado de explosivos contra un puesto de control cerca de una zona comercial, matando a al menos ocho civiles y tres militares.
La deflagración dejó otras 14 personas heridas, apuntó un agente de policía.
Por otra parte, un coche bomba estalló en un mercado al aire libre en la localidad de Tramilla, a unos 50 kilómetros (31 millas) al norte de la capital, matando a siete civiles y tres policías, explicó otro agente agregando que otras 24 personas sufrieron lesiones.
En el distrito chií de Ciudad Sadr, en el este de Bagdad, un moto bomba estalló en un mercado cobrándose de tres personas e hiriendo a 10 más. Fuentes sanitarias confirmaron las cifras de fallecidos. Los funcionarios hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a hacer pública la información.
En un comunicado publicado en internet, EI se atribuyó la autoría de los ataques apuntando que su objetivo eran miembros de las milicias chiíes y una oficina gubernamental. The Associated Press no pudo verificar la autenticidad de la declaración publicada en un cibersitio utilizado habitualmente por los extremistas.
Faluya es uno de los últimos feudos de EI en el oeste de Irak. El grupo extremista sigue controlando partes del oeste y el norte del país, además de Mosul, la segunda ciudad de Irak.
El general Dhia Thamir dijo el domingo que el ejército recuperó el 80% del territorio que rodea Faluya desde el inicio de la operación y se está combatiendo contra EI en el noreste, mientras estrechan el cerco antes de los últimos esfuerzos para hacerse con el control total de la ciudad.
En un discurso televisado ofrecido el domingo ante el parlamento, el primer ministro iraquí, Haider al-Abadi, pidió a los residentes de la ciudad que o la abandonen o permanezcan en sus casas. Funcionarios del gobierno estiman que en el centro de la ciudad, de mayoría suní, hay más de 50.000 personas.