Recientemente la firma Datanálisis dio a conocer los resultados obtenidos durante una encuesta sobre la popularidad del presidente Nicolás Maduro; la misma dejó ver como la inflación, el desabastecimiento, la escasez y la falta de acciones adecuadas bajó el respaldo de los seguidores. Su aprobación a finales de 2015 se ubicó a 21,1%, en los siguientes meses pudo repuntar hasta 33,1% pero cayó nuevamente en marzo; según el sondeo, realizado entre el 4 y el 14 de marzo y con un nivel de confianza del 95%. En ese estudio, el 71,5% de los encuestados desaprobó la gestión del presidente y nueve de cada 10 consultados manifestaron que la situación del país es “negativa”.
Este tipo de mediciones, aunado a los resultados de las últimas elecciones, al parecer es lo que lleva al Gobierno a retrasar el referendo revocatorio e incluso unas elecciones regionales. Al menos así lo analizan los politólogos Carlos Hernández y Radamés Graterol.
Para Hernández esos resultados reflejan una caída muy grave dentro del propio chavismo que le ha pesado más la falta de alimentos y medicinas, que la ideología partidista. En su opinión el círculo de poder identificado por el presidente Nicolás Maduro, Cilia Flores; la fiscal General Luisa Ortega Díaz, la presidente del CNE Tibisay Lucena, Elías Jaua y Héctor Rodríguez, harán todo lo posible para sabotear el referendo y que no se lleve a cabo antes del 10 de enero de 2017.
Análisis en los que coincide Graterol, quien critica que se estén utilizando las instituciones públicas para frenar esa posibilidad de revocatorio o para hacerlo con cierta ventaja, que en el caso de ser después del 10 de enero asumiría el cargo el vicepresidente Aristóbulo Iztúris, aunque no deja de significar una derrota para el Gobierno.
“Al final ellos defienden es el poder que están ostentando. Quieren mantener algunos espacios independientemente si tienen o no la mayoría. Ellos saben que ya están deslegitimados y la confianza popular ha mermado muchísimo”.
Parlamentarios oficialistas y demás figuras del Gobierno afirman estar preparados para ir a un revocatorio de ser activado.
También se ha visto como a inicio de año se puso en marcha el Congreso de la Patria con el objetivo de lograr la construcción del nuevo bloque histórico de la revolución. Sin embargo, para los analistas sólo se trata de llevar una doble realidad; el oficialismo está consciente cuál es la percepción que tienen los ciudadanos actualmente, pero necesitan mantener activos a sus seguidores y poderlos motivar para las próximas mediciones.
Las acciones que ha asumido el Ejecutivo en los últimos meses para intentar combatir la crisis desde sus diferentes áreas, para Hernández sólo se trata de mejorar su imagen porque en la realidad las medidas no atacan el problema de raíz. Pone de ejemplo, las muertes de “El Topo” y el “Picure”; líderes de peligrosas bandas que operan en el país, con armamento militar mantienen zonas controladas con mayor poder que las autoridades de seguridad.
Para Hernández fueron abatidos después de estar involucrados en los asesinatos de funcionarios militares, lo que estaba incrementando el descontento dentro de la Fuerza Armada Militar; que al final son quienes aún los mantienen en el poder. Difícil transición política Ante las evidentes trabas que han ejecutado para evitar cambios en el Gobierno o iniciativas de la oposición, más allá de si benefician o no a la población, Graterol hace énfasis que todas las salidas constitucionales serán bastante difíciles de ejecutarse.
Dependerá del uso de la presión popular que pueda hacer la oposición o conformarse que se estén usando dilaciones para rezagar y crear unos lapsos que sean difíciles de cumplir en cuanto al referendo revocatorio o cualquier otra aspiración; lo que no puede ser aceptado ya que ningún poder político debe pretender imponer una realidad distinta pasando por encima de la constitución.
Los líderes del Gobierno se han dedicado a asegurar que no hay tiempo para realizar el referendo revocatorio, mientras opositores luchan para que se dé en el 2016. Según la norma vigente del CNE establece que los procesos y lapsos deben desarrollarse durante 175 días y 59 de esos días son hábiles. Si se cumplen todos, el referendo revocatorio podría celebrarse a partir de la segunda quincena del mes de noviembre.
Sin embargo, el expresidente del CNE y miembro del PSUV Jorge Rodríguez solicitó una revisión exhaustiva de las firmas, por considerar que la oposición exageró en la cantidad de firmas recolectadas y entregadas que puede ser una prueba de la comisión de un delito (“usurpación de identidad de electores” y el “uso de datos de electores fallecidos”) que debería dar por finalizado el proceso. El planteamiento fue respaldado por las rectoras del organismo electoral que incluyeron en la etapa inicial del proceso la digitalización de las planillas para después transcribir los datos. Esto provoca que la fecha tentativa del revocatorio se lleve a cabo a partir de la segunda quincena del mes de diciembre de 2016.
Siempre y cuando el CNE no anuncie nuevas modificaciones las otras etapas.
Modificaciones
El artículo 10, numeral 5 de las “Normas para regular la promoción y solicitud de referendos revocatorios de mandatos de cargos de elección popular” señala que una vez recibidas las firmas el organismo comicial tenía cinco días continuos para constatar que se habían entregado firmas equivalente a 1% de los electorales inscritos en el Registro Electoral (RE).
Ahora con las modificaciones el proceso en la primera etapa se hará de la siguiente manera: -Entre el 16 y 20 de mayo se hará digitalización de las 200.000 planillas entregadas por la oposición. -Entre 23 de mayo y el 1 de junio procederán a transcribir todos los datos del 1.800.000 firmantes; nombre, apellido, cédula de identidad y dirección de votación -A partir del 2 de junio se compararán los datos de la transcripción con la información del Padrón de Votantes.