Tras un deslucido partido, con ligeros destellos de lo que puede ser a futuro, el seleccionado de Venezuela caía 1-0 frente al combinado de Galicia, pero en el último tramo del partido, tiempo agregado, un aguerrido Josef Martínez tomó un pase filtrado de Yangel Herrera, encaró con toda la fuerza y furia de su fútbol sin poder evitar el choque con el golero rival Diego Mariños y trastabillante, con la punta del zapato empujó la esférica y así, la era Dudamel y el inicio de la gira de preparación para la Copa América empieza con empate a un gol.
El armisticio no deja de ser bueno en lo sicológico y mediático, pero contrasta con lo sucedido en el campo porque el seleccionado gallego, que reaparecía después de ocho años dominó las acciones, tuvo posesión de la esférica la mayor parte y si no abultó el marcador fue por falta de tino.
Sin embargo, en el juego de los ensayos, el nuevo seleccionador nacional, al final del cotejo señaló que «Todo ha sido muy positivo, nos hemos enfrentado a un buen combinado que nos ha exigido de muy buena forma y la defensa fue buena en lo individual y a nivel colectivo», aseguró tras el pitazo final en Riazor.
Venezuela en la primera parte, de contragolpe quiso explorar con Santos y Martínez, pero fue Rómulo Otero en la fracción 15, quien propició la mejor y única oportunidad de los criollos, en el cobro de un tiro libre que rebasó la barrera para exigir al máximo a Sergio Álvarez.
A cambio, Jota Peleteiro, en forma constante e incisiva penetraba por la banda izquierda, lo que hizo replegar líneas y obligó a los ajustes necesarios en la defensa, hasta que en un descuido, precisamente defensivo, Jota produjo un fuerte disparo desde la media distancia para que Fariñez inocentemente propiciara un rebote frontal y no hacia los lados, lo que aprovechó Lucas Pérez para enviarla al fondo de la red.
Quizá, a esos ajustes es que se refirió Dudamel en la rueda de prensa al final del partido. Es verdad, se trataba de un ensayo y, hasta donde sea posible existe el beneficio de la duda, sin olvidar que se trataba de una línea defensiva totalmente nueva y con jugadores bisoños en incursiones internacionales.
Así hasta el medio tiempo y, en el segundo, un calco con Galicia en posesión de la esférica y las oportunidades. Vino el primer cambio en el plantel criollo, minuto 58, que resultó ser doble porque Jacobo Koufatty y Armando Figueras, para bien, desplazaron a Santos y Arlex Flores.
Con el doble cambio se ganó en ataque, tímido, profundizado un poco más con la inclusión de Yangel Herrera, quien precisamente , después de recibir el balón desde la izquierda por parte de Kouffaty, produce el pase filtrado para que Josef Martínez apareciera como una tromba y decretara la caída de la valla gallega, que en ese momento estaba alentada desde las tribunas por la euforia de uno 18 mil seguidores que se hicieron presentes en el Riazor.
Venezuela irá ahora a un segundo compromiso con Panamá con la incorporación de figuras plantadas como Roberto Rosales y Salomón Rondón, amén de otras que salen por el corte obligatorio para las disputas de la Copa América Centenario.
