Los venezolanos son catadores de café por excelencia. Ese aroma en las mañanas en cada hogar de nuestro país es una de las tradiciones más arraigadas, pues no hay amante de esta bebida estimulante que no disfrute tomarlo junto a buen desayuno o simplemente para socializar con otras personas.
Conocer sus beneficios a nivel de producción, saber a qué sabe, cómo luce, cómo distinguir un grano de un tipo y de otro fue parte de la experiencia que los asistentes a la Cata de Café aprovecharon, actividad que se desarrolló a propósito de la celebración del III Congreso de Destilados que se realiza desde el 16 al 22 de Mayo en Barquisimeto.
El evento, en el que compartieron experiencia personas vinculadas al área de alimentos y bebidas, hotelería, servicios, entre otros contó con la participación de los reconocidos baristas Antonio Gámez y Gabriela Stari, expertos en el área y con muchos años de experiencia en el sector.
Ambos decidieron asociarse y construir una empresa que no sólo ofrece café de alta calidad al público en su cafetería ubicada en Caracas, sino que además trabaja de la mano directa con los productos de las zonas altas del estado Aragua, y Barbacoas.
La idea es resaltar la calidad del café venezolano y hacer de esto un producto de exportación. Gámez explicó que en Venezuela no hay la capacidad de competir a nivel de masas, de cantidad con países como Brasil, Kenya, Colombia. Por esta razón hay que transformar esta visión, e intervenir en el mercado mundial con un producto de calidad y no con cantidad.
Los asistentes pudieron conocer a través de los sentido de gusto, olfato, vista, cuál es el verdadero sabor del café venezolano. En una detallada explicación técnica, Stari explicó que quienes viven en esta tierra somos catadores natos de café, porque disfrutan de esta bebida energizante, que forma parte de su idiosincrasia.
Una cata de café lo que pretende es determinar los defectos del producto y mejorar las próximas cosechas.
Gámez, quien también es Chef profesional, señaló en su intervención que “el café es como la sangre del país, no hay casa que no lo haga en las mañana, es a lo que huele nuestro país”, expresó.
Sin duda, son un ejemplo de admiración y respeto, pues a pesar de los tiempos tan duros que atraviesa el país con crisis en todos los niveles de la sociedad, aún confían en esta tierra, y demuestran con su trabajo diario que con empeño y esfuerzo sí se puede salir adelante, sólo con dedicación y cariño por nuestra Venezuela.