El altavoz, llamado Google Home, es un asistente virtual que responde preguntas y realiza tareas básicas gracias a los algoritmos por los que es famosa la compañía. Llegará a finales de año y competirá contra su clara inspiración, el altavoz Amazon Echo, presentado hace menos de dos años y uno de los productos más exitosos del minorista online.
Google Home es un pequeño cilindro, discreto y que quedará camuflado en el salón del hogar. Dentro esconde un mar de posibilidades, todas ellas comandadas a través de la voz.
Los asistentes virtuales son la punta del iceberg de la inmensidad de proyectos que se están gestando ocultos a nuestros ojos. La inteligencia artificial es la clave de lo que espera en la próxima década y los gigantes del Valle del Silicio esperan que los asistentes virtuales por voz tomen el relevo de los teclados y las pantallas. Primero Siri, luego Google Now y, ahora, Amazon Echo y Google Home.
Dentro del altavoz Echo vive Alexa, una asistente artificial con capacidades que no paran de aumentar, desde pedir una pizza o un coche de Uber a informarte de las noticias de última hora. Su elevado precio y limitada disponibilidad, de momento sólo en Estados Unidos, pusieron en duda la utilidad del producto frente a los asistentes de Apple y Google en los teléfonos, pero ha sido un total y rotundo éxito.
Lo más importante de los asistentes, también lo más complicado, es dar contexto a la información. El dispositivo ha de entender la situación, lugar, hora y tus hábitos personales para entender qué información quieres en cada momento.