Un adolescente de 16 años y Jesús Eduardo Fernández Rojas (21) perdieron la vida la tarde del sábado cuando regresaban a su casa y fueron interceptados por unos sujetos en moto para robarle la que ellos cargaban, pero antes de despojarlos de sus pertenencias le descargaron una escopeta.
Eran vecinos
Ambos jovencitos acostumbraban a salir juntos en las tardes o fiestas, especialmente cuando se trataba de andar con jovencitas que les llamaran la atención. Así lo recuerdan sus familiares mientras realizan los trámites en la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda.
“Ellos eran amigos desde pequeños, porque son vecinos. Se decían cuñaos”, contaba el hermano de Jesús que había viajado desde Caracas después de enterarse de la noticia.
Vivían en Lomas de Sanare, habían estudiado hasta el bachillerato y después se dedicaron a las labores del campo, sobre todo a la siembra de café que es la mayor producción del municipio.
El sábado en la tarde se fueron a visitar a las novias quienes viven a cinco cuadras de distancia de sus casas aproximadamente, allí estuvieron algunas horas hasta que decidieron regresar en la moto, propiedad del adolescente.
Al parecer, en la carretera hay tramos que tienen baches y los conductores de motos y vehículos deben bajar la velocidad para pasar y después continuar en el camino; en ese tipo de espacios los delincuentes aprovechan para esconderse y esperar a sus víctimas; sorprenderlas y quitarle las pertenencias. En algunos casos se han registrado hasta secuestros a los dueños de tierras o se llevan los camiones modelo tritón usados en los campos, para después pedir rescate.
Jesús y su amigo adolescente tuvieron que pasar por uno de eso tramos y de inmediato les llegaron los sujetos a bordo de otra moto. Pero quitársela no fue suficiente, los delincuentes descargaron la escopeta contra los dos jóvenes; a Jesús le dieron en la espalda y en el lado derecho del rostro, mientras que al adolescente fue directo a la cabeza.
La noticia se supo de inmediato y los familiares se movilizaron para llevarlos a un centro de salud y tratar de salvarles la vida. Decidieron irse hacia Acarigua porque les quedaba más cerca.
El trayecto recorrido se les hizo eterno a los familiares, quienes tenían la esperanza de salvarlos: Pero para el momento de sus llegadas al hospital les confirmaron el deceso.
Constantes robos
En el municipio Andrés Eloy Blanco las denuncias por robos y secuestros a los agricultores y caficultores ha sido constante, a tal punto que muchos propietarios han decidió asumir su seguridad y han adquirido armas de fuego para defenderse, ante la falta de respuesta por parte de las autoridades de seguridad; regionales y nacionales.
Hay familias que son víctimas de atracos más de tres veces en un año, por sujetos identificados en los caseríos, pero que no denuncian por temor a las represalias e incluso asesinatos.
Desde el 5 de abril hasta ayer se han registrado 5 asesinatos en el municipio y un intento de secuestro, sin contar el robo de camiones que no han sido reportados.