A las 9:30 de la mañana de ayer habitantes de la manzana E del sector II de la comunidad José María Vargas, al oeste de la ciudad, observan efectivos de Polilara, apostados en las afueras de la vivienda de la madre de un miembro del consejo comunal. Al preguntar qué estaba pasando, se enteraron que dentro de la casa se encontraba una granada.
Se conoció que un niño en la quebrada de la zona consiguió el artefacto explosivo y se la entregó a un adulto, quien, para resguardarla, la metió en la sala de la residencia de su madre. Funcionarios expertos en materia de Explosivos del Sebin acudieron al lugar y trascendió que el artefacto explosivo pertenecía a las Fuerzas Armadas y el modelo de la misma es DM57.
Agresión contra los medios
Cuando los periodistas y reporteros gráficos de los diversos medios de comunicación llegaron al lugar para hacer el reporte del hecho noticioso, a pesar de acercarse de manera amable hasta los afectados para conocer su versión de lo ocurrido, dos mujeres y un hombre, quienes dijeron ser miembros del consejo comunal y cristianos evangélicos, comenzaron a gritar en contra de los profesionales de la comunicación. Amenazaron con quitar las cámaras e inclusive el hombre se abalanzó contra los periodistas y hasta trató de tumbarle el teléfono a la corresponsal de Venevisión. Fueron los efectivos de Polilara quienes calmaron a los enardecidos miembros del consejo comunal, empeñados en impedir la labor de los comunicadores.
Fotos: Ángel Zambrano