Para entender la historia y sus acontecimientos es necesario buscar la raíz en los sucesos anteriores, única manera de despejar cualquier duda que se tenga respecto a la sombra que van dejando sobre el camino las cruces del hambre, de la guerra, la violencia, la inseguridad, la enfermedad, la intolerancia, la injusticia, la venganza e insensibilidad de los autócratas.
La razón en buena parte de este tema encierra el único fin de enterar a los jóvenes de acontecimientos de los que muchos no tienen idea de que ocurrieron, que se repiten hoy en el mundo por el desconocimiento, por no saber ni enterarse, cuya ignorancia es lo que sigue llevando los pueblos a caer en manos de los peores verdugos.
La historia de todas las sociedades que ha habido hasta ahora es una lucha de clases. En la Antigua Roma la lucha era de nobles contra plebeyos; en el siglo IV a de C. los plebeyos lucharon por la igualdad política, los esclavos carecían de todo derecho político y estaban sometidos económica y socialmente. En el año 71 a de C. tuvo lugar una sangrienta rebelión de esclavos bajo el mando de Espartaco. A finales de la Edad Media la tensión económica y social entre la nobleza latifundista y la de los esclavos campesinos, originó una serie de levantamientos rurales, el más famoso tuvo lugar en Alemania en 1520. Estas rebeliones fueron sofocadas y las tensiones sociales quedaron oscurecidas por los movimientos religiosos que suscitó la Reforma.
El zar Pablo I nieto de Catalina la Grande muere asesinado por conspiradores, auspiciados por su propio hijo Alejandro, quien aunque lo que perseguía era que su padre abdicara al trono, los conspiradores prefirieron asesinarlo. Accede al trono Alejandro I tras la muerte de su padre en 1801. Su reinado empezó cundido de promesas que nunca cumplió, más bien decidió apretar más las cadenas de la dominación, se presentaba ante el mundo como benefactor de su pueblo al que oprimía de múltiples maneras, vendía a sus campesinos, le importaba más lo que ocurría en el mundo exterior que el sufrimiento de su pueblo, como los tiranos que ven pajaritos mensajeros, Nicolás I se creía imbuido por una misión divina. Se definía como gobernante autócrata, determinado a controlarlo todo, educaba a la población para que demostraran lealtad total a su persona, a lo que muchos se negaron; esto sirvió de sustento para reprimir las nacionalidades no rusas del imperio, campesinos y siervos pasaron a ser propiedad del gobierno.
El zarismo ganó algunas batallas, monarcas como Alejandro I se convirtieron en símbolo que endurecía su identidad nacional, teniendo gran impacto en el patriotismo ruso durante el siglo XIX. La victoria sobre el ejército napoleónico el 12 de Junio de 1812 es considerada como uno de los grandes acontecimientos de la historia de Rusia.
Los zares vivieron atados a la vieja herencia. No se preocuparon por mejorar su ejército. Sin innovación ni modernización ante ejércitos más pequeños como el japonés pero muy preparado, se atrevieron a declararle la guerra en la que llevaron las de perder totalmente los rusos, situación que hundió aún más en el caos político y social que llevaron a la Revolución de 1905 debilitando el imperio del zar.
Dirigida Rusia por un bando mediocre, la mayoría compuesto de campesinos mal armados, con poco y viejo equipo, sin formación militar, sin dotación ni entrenamiento de hombres capacitados, convirtió igualmente a los rusos en las primeras víctimas de la I Guerra Mundial.
Continúa…
