LECTURA
Para que hagas un ejercicio en la práctica del uso de la lengua y en tu voluntad de ayudar en el mejor uso de ella, te voy a dar dos palabras nada más: “modo” y “manera”. No porque desee, mi consecuente lector y auditor, que trabajes para mí. Me imagino que tu mente no anida disparates como el de mi supuesto deseo. Pues bien, todo lo anterior lo guardamos como suposición.
¿Sabes las razones que sustentan la idea de éste ejercicio? Tú eres un buen lector, inteligente y colaborador. Además te servirá como maravilloso entretenimiento, perfilando en el desarrollo de su práctica, enseñanzas para ti. Las palabras que te propuse están atravesando en los actuales momentos por una crisis de silencio. No porque el idioma las haya execrado y echadas de él sea un pecado su uso. Es un extrañamiento que conduce a su olvido por parte de los hablantes. Y parece que no hay mundo ni manera de que nuestros castellanos hablantes se ocupen de ellas. “Modo” y “manera” son dos términos muy útiles en todo momento para el idioma. Son palabras necesarias para el buen hablante. La escritura y el habla no pueden prescindir de ellas. Sin embargo, las dos están sufriendo innecesariamente de una desmesurada pasividad silenciosa. Preteritadas, nadie las usa. Tu tarea, mi consecuente lector, será entretenida y constructiva, además estimulante y educante. De hoy en adelante tus lecturas, sea de periódicos, de revistas, de libros; así como de tus audiciones de programas radiales o tu visión de programas televisivos serán los recursos en los cuales podrás hacer efectivo la aplicación de los términos “modo” y “manera”. Si estás leyendo procura cada vez que te consigas la palabra “forma” sustituirla por una de las palabras propuestas que más se ajusten al texto. ¡Ya sé,¡ Forma no es una mala palabra del idioma. Fue don Ángel Rosenblat, quien por sugerencia de don Mariano Picón Salas, dio a su obra el título de “Buenas y Malas Palabras”. Pero no hay malas palabras. De modo que “forma” tiene su puesto ganado. ¡Y bien ganado” en el uso. Lo que quiere decir que ellas deben continuar figurando en tu habla y en tu escritura. Pero es que se da tal abuso de ella que ahora se ha convertido en un verdadero desastre. Pues, bien, a ti, respetado lector, te toca, hacer lo del Quijote, corregir entuertos. “Modo” o “manera”, cualquiera de las dos, te servirán de auxiliadoras en la corrección que puedas hacer. ¡Ah.., no te olvides¡ Que esta tarea también habrás de practicarla, tan activamente como sea posible, tanto para las transmisiones de tus programas favoritos de la radio como para las transmisiones de tus programas favoritos de la televisión. Tú puedes aplicar tu práctica personal en la corrección del uso desmesurado del término “Forma”. Tu espíritu de observador se agudizará. Y te será fácil y entretenido practicar las correcciones. Lecturas y audiciones serán los instrumentos de prueba para ejercer tu derecho a la corrección. Conseguirás, en la práctica, convertirte en un excelente corrector de pruebas. Y lo que será mejor para ti, el aprendizaje que atesorarás con esta práctica tan sencilla, pero tan ayudadora; a partir de este ejercicio se te abrirán muchas posibilidades en tu actividad de mejorar la práctica de tu idioma tanto en el habla como en la escritura. Yo sé que tú no requieres de más explicaciones. Así es que, manos a la obra y mucho éxito. De alguna manera (vez como esta “manera” escrita por un adicto, que no seamos nosotros, hubiera sido, sin remedio, “forma”) tendré ocasión de conocer los resultados de tu trabajo, mi inteligente lector.