Para recordar: “…no te portarás con él como un usurero, ni le impondrás usura” (Éxodo 22:25).
El presidente Nicolás Maduro y otros han dicho que desean eliminar o extinguir la figura del bachaquero, pero no han podido y tal vez no podrán. Como dicen numerosas personas: “Mientras haya escasez, habrá bachaqueros”.
Estos dos titulares muestran esa “pretensión”: 1) “Preocupa que las bodegas “potencien el bachaqueo”. 2) “Revendedores de bolsas serán encarcelados” (El Informador, 17/04/16). Pensamos que de esta manera no se ataca el problema a fondo. Tampoco se resuelve, si el gobierno acapara todos los alimentos para llenar dichas bolsas (ver www.vtv.gob.ve/articulos/2016/05/07…4093.html).
A pesar de la crisis humanitaria que sufrimos, el día 05 de mayo 2.016, “el ejecutivo aprobó 500 millones para jóvenes productivos”. Los jóvenes tienen derecho, pero no es la forma inmediata de producción que necesitamos.
Una carta para los bachaqueros, fue escrita por Edixon Jiménez, la cual tituló: “A mis amigos bachaqueros” (www.quintodía.net, 03/05/16). Aunque no juzgamos por qué los llamó “mis amigos”, esos especuladores son uno de los peores enemigos del pueblo.
Sin embargo, Jiménez, en su misiva también los tildó de avaros y egoístas… Y finaliza con lo siguiente: “Los bachaqueros no son más que pobres personas porque lo único que tienen es dinero mal habido, pero no tienen ni tendrán bienestar y salud espiritual”.
A los inescrupulosos bachaqueros, no les importa que el comprador sea una madre de bajos recursos, la cual necesita adquirir un pañal, o un pote de leche para su bebé, aunque ella deje de comer varios días ¿Cómo, estos usureros, pueden dormir tranquilos?
Los bachaqueros, no solo son los vendedores de una harina, pañales o medicina; también son los que compran con mafia, le negocian al gobierno o desvían: Dólares, repuestos, carros, cauchos, baterías, comida, insumos, adquiridos a precios muy bajos, para revenderlos carísimo ¡Qué desgracia!
Hace muchos años, nuestro amante Dios, nos redactó una maravillosa carta: La Biblia. La escribió para toda la humanidad, incluyendo a los bachaqueros; con el fin, que si cumplimos sus enseñanzas, mandatos, consejos, el Decálogo, pudiéramos salvar nuestras vidas de la destrucción final, preparada para los malos.
En la carta de Dios, a través de Moisés, nos dice que no debemos engañar, ni angustiar al extranjero; tampoco debemos afligir a la viuda, o al huérfano, y señala: “oiré su clamor…” y “Mi furor se encenderá…” (Versos: Éxodo 22:16 – 26).
También menciona: “Si prestas dinero a alguno de mi pueblo, o al pobre que está contigo, no te portarás con él como un usurero, ni le impondrás usura” (Éxodo 22:25).
En la carta que el apóstol Pablo escribió a los romanos, en el capítulo 1, dijo: “A pesar de conocer el justo juicio de Dios,
que los que practican tales cosas son dignos de muerte. No solo las hacen, sino que se complacen con los que las practican” (verso 26). No obstante, el Señor, por medio de Ezequiel indicó: “No quiero la muerte del impío” (ver cap. 18), por ello, bachaqueros: ¡Arrepiéntanse!
Tal vez, una carta para el bachaquero no es suficiente. Pero, está la carta máxima: La Biblia, que nos ayuda a entender lo malo que hacemos; sea el presidente de una nación, o hasta el más humilde ciudadano, para evitar que se destruya dicho país.
www.ventanabiertalmundo.com