El capo mexicano Joaquín «Chapo» Guzmán fue llevado de manera inesperada el sábado en la madrugada a una cárcel de Ciudad Juárez, en la frontera con Estados Unidos, como parte de un protocolo de seguridad, informó la Comisión Nacional de Seguridad (CNS).
El traslado «obedece estrictamente a la política penitenciaria federal que forma parte de los protocolos de seguridad» a la que han estado sujetos unos 7.400 presos en el país desde septiembre pasado, dijo la comisión en un comunicado.
La transferencia de Guzmán, en medio de un imponente dispositivo de seguridad, fue informada «oportunamente» a los jueces que llevan su caso, indicó la CNS.
Un funcionario, que perfirió guardar el anonimato, negó a la AFP que se trate de una medida para acelerar el proceso de extradición hacia Estados Unidos que enfrenta el capo.
En tanto, José Refugio Rodríguez, abogado del capo, consideró que el traslado del «Chapo» es «ilegal» porque la defensa tiene «procesos iniciados para que no fuera cambiado de un lugar a otro».
El defensor, que ha dicho que Guzmán quiere acelerar su extradición a Estados Unidos, señaló que este proceso podría demorar hasta dos años.
El capo, que fue capturado en enero pasado y recluido en el penal de máxima seguridad de El Altiplano a 90 km de la capital, llegó en la madrugada al aeropuerto de Ciudad Juárez, fuertemente vigilado por unos 150 policías federales que llegaron poco antes en tres aviones de la Comisión Nacional de Seguridad.
Cárcel segura
El «Chapo» fue trasladado en un helicóptero de la terminal aérea al Centro Federal de Readaptación Social N° 9, ubicado en el sur de Ciudad Juárez.
Aunque está cárcel no está clasificada entre las prisiones de máxima seguridad de México, tiene un área destinada a reos de alta peligrosidad y es «una de las más seguras», indicó el funcionario consultado por la AFP.
De acuerdo con reportes de la prensa mexicana, el penal de Ciudad Juárez se encuentra resguardado por militares, mientras que el camino que conduce a la cárcel también es fuertemente vigilado.
El exlíder del cártel de Sinaloa protagonizó en julio de 2015 una espectacular fuga de la cárcel de El Altiplano, de donde huyó por un túnel de 1,5 km que él mismo mandó construir desde la regadera de su celda hacia el exterior de la cárcel.
En marzo pasado la defensa de Guzmán aseguró que el capo estaría dispuesto a declararse culpable en Estados Unidos a cambio de negociar una pena «relativamente razonable» y de ser llevado a una cárcel de mediana seguridad.
Guzmán tiene en su contra dos pedidos de extradición de Estados Unidos, remitidos por cortes de los estados de California y Texas por delitos de narcotráfico y homicidio.