El presidente argentino Mauricio Macri afirmó el martes que acepta las recientes medidas tomadas por la justicia de su país para determinar si ha cometido irregularidades con dos empresas de ultramar.
Macri dijo en una conferencia de prensa que está «a disposición» del juez federal Sebastián Casanello al referirse a los exhortos que el magistrado pidió la víspera a la justicia de Panamá y Bahamas para poner la lupa sobre las compañías por las que el mandatario es investigado.
«Me parece muy bien. Tiene que hacer todos requerimientos necesarios para confirmar si lo que he dicho es verdad o no», dijo el presidente, quien sostiene que no ha cometido irregularidades.
Asimismo afirmó que la justicia tiene que trabajar «de forma independiente» en este caso y también en las distintas investigaciones de las que es objeto su antecesora Cristina Fernández (2007-2015) por presunto enriquecimiento ilícito, falsificación de documentos y defraudación al Estado.
El gobernante instó además a «ser precisos en las investigaciones y declaraciones que comparten con los argentinos… todos requerimos recuperar la credibilidad y confianza».
Casanello busca determinar si Macri figura como accionista en dos firmas, si éstas registran cuentas bancarias a su nombre o a nombre de alguno de sus integrantes y si a través de sus actividades comerciales y financieras se cometió algún delito. El puntapié de la causa contra el mandatario lo dio el fiscal Federico Delgado, que sospecha Macri omitió maliciosamente su participación en firmas establecidas en ultramar en las declaraciones anuales de impuestos.
Macri aparece como miembro del directorio de la compañía Fleg Trading LTD, con domicilio en Bahamas, según la filtración de millones de documentos confidenciales del bufete de abogados panameño Mossack Fonseca. El presidente admitió su existencia pero dijo que era un negocio familiar del cual no era accionista y que no percibió paga alguna, razón por la cual no fue incluida en su declaración de impuestos.
La firma fue registrada en Bahamas a fines de la década de 1990. Según Macri, tenía como fin realizar inversiones en Brasil, pero éstas no se realizaron y para 2009 la empresa ya estaba disuelta.
Más tarde, a través de un registro público de Panamá, Macri fue vinculado a Kagemusha SA, radicada en ese país.