Después de lo ocurrido el pasado 06 de diciembre 2015, cuando el pueblo acudió masivamente a cumplir con el ejercicio del voto y se pronunció de manera inequívoca a favor de la fórmula presentada por la M.U.D., muchos nos hicimos a la idea que era el comienzo del tan anhelado cambio. Ahora bien, han transcurrido 120 días desde ese hecho tan trascendental y nos da la impresión, que por una parte el «oficialismo» no ha logrado asimilar el mensaje tan claro que le envió una mayoría evidente del pueblo venezolano, y por la otra la «oposición» no consigue manejar con acierto la tarea que le fue encomendada.
Así tenemos, como el «oficialismo» en lugar de aceptar con hidalguía la derrota, ha respondido al estilo Jalisco: «que cuando pierde arrebata», y haciendo un uso abusivo del poder, arremete contra todas las instituciones públicas que no le sirven de «acólitos», violentando su autonomía, deberes y atribuciones, así como por la vía de Decretos inconstitucionales, imponer decisiones arbitrarias y dañinas.
Todo esto ha traído como consecuencia, la catástrofe económica del país, el incremento de la escasez y el desabastecimiento, la desbocada inseguridad, el deterioro de la calidad de vida, así como la caótica situación de los servicios, la pérdida de confianza en los poderes públicos y todo ello, por culpa de la «guerra económica», la conspiración de la oposición, la burguesía apátrida, el imperialismo norteamericano, el fenómeno el niño, o cualquier otra «mitómana» causa que se les ocurra inventar como justificación.
No obstante todo lo antes descrito, la población esta habida de una respuesta de parte de los sectores de la «oposición», desean conocer una propuesta concreta para salir de la crisis, que se termine de definir una única salida constitucional y se produzca en el corto plazo, el necesario y esperado cambio de gobierno, que se establezcan los mecanismos necesarios para que se concreten las propuestas aprobadas por la A.N.L. y las que están en proceso de estudio.
Sin embargo, las tan anheladas respuestas no se siente llegar, se continúa en la dulce espera, desde el seno de la A.N. se observa un gran esfuerzo por legislar, de manera de ir atendiendo fielmente la oferta electoral contraída con los electores el pasado 06 de diciembre, pero a seguidas, producto de las «triquiñuelas» urgidas desde el alto gobierno, con la complicidad de sus subalternos de la Sala Constitucional del T.S.J., estas aspiradas conquistas se desvanecen.
Por lo que se refiere a la necesidad de definir, con carácter de urgencia, el mecanismo a aplicar como salida para el cambio del gobierno actual, la M.U.D. se muestra un tanto confundida y no termina de esclarecer el camino, todo lo contrario, cada vez se oscurece más el panorama, nuestros parlamentarios continúan con falta de apoyo solidario y la inmensa población opositora guarnecida en sus casas, quizás a la espera de alguna señal y la calle muy fría, quizás hasta congelada.
Finalmente, creemos que en estos momentos existe en el país una gran orfandad de liderazgo político; en el «oficialismo» tratan de subsistir asidos de la imagen del difunto Presidente Chávez y en la «oposición», su fuerza descansa sobre los hombros de algunos liderazgos regionales y de otros que no son tales, en conclusión, a nivel nacional no vislumbramos a ningún dirigente con las requeridas cualidades de un verdadero y reconocido Líder. Valor y Pa´lante.