Las colas se intensifican y los productos desaparecen.
Madrugar no es suficiente. Los consumidores ya no amanecen para incorporarse a las kilométricas filas, ahora se quedan desde el día anterior en las adyacencias de los diferentes establecimientos para tratar de conseguir por lo menos un producto regulado.
Incluso, luego de toda una noche y parte del día a la espera de un puesto, ticket, número o producto, el usuario se va con las manos vacías.
Esta realidad desencadena impaciencia, saqueos, anarquía, caos, descontroles, acalorados conflictos entre los desesperados compradores, los bachaqueros y efectivos de seguridad, sin duda, entre las mismas personas que intentan llevar algún alimento a sus hogares.
Entre los más perjudicados destacan las personas con discapacidad, embarazadas y adultos mayores, quienes han denunciado a través de diversos organismos, como el Consejo Estadal de Atención de Personas con Discapacidad del estado Lara (Ceapdis) y Movimiento Vinotinto, no tener prioridad y por ende soportar muchas horas de pie, además del inclemente clima.
Caso Garzón
Al menos tres cavas cargadas de alimentos habrían llegado al establecimiento Garzón de la avenida Libertador esta semana, por lo cual la gente se volcó al lugar.
La señora Xiomara Méndez expuso a EL IMPULSO que llegó a las 4:00 de la mañana. La Guardia Nacional recogería las cédulas entre las 5:00 y las 6:00 a.m. Sin embargo, eso no había ocurrido hasta las 11:00 de la mañana con los adultos mayores.
“Aquí hay más de 1.000 personas y un descontrol total. La gente de la tercera edad no tiene prioridad. Llegué a las 4:00 a.m. y aún no me quitan la cédula para poder comprar”, denunció.
Indicó que un guardia nacional le dijo que se tranquilizara, que sí iba a poder comprar porque había llegado comida como para tres días. “Nosotros no tenemos prioridad, tenemos que luchar con los bachaqueros que venden los puestos en 500 bolívares y con los policías que vienen con sus familiares a comprar, de eso si no se da cuenta la Guardia Nacional”.
Méndez exigió a los propietarios poner orden a fin de que también puedan comprar productos.