“Los opresores, falsamente generosos, tienen necesidad de que la situación de injusticia permanezca a fin de que su generosidad continúe teniendo la posibilidad de realizarse. El orden social injusto es la fuente generadora, permanente, de esta generosidad que se nutre de la muerte, del desaliento y de la miseria”.
Paulo Freire
Educador; experto en temas de educación, este brasileño, Paulo Freire, nacido en Pernambuco, el 19 de septiembre de 1921, conoció la pobreza y el hambre durante la Gran depresión de 1929; una experiencia que le llevó a ocuparse de los pobres, y a forjar su perspectiva educativa, lo cual le condujo a publicar en 1.967, después de su exilio en Bolivia y Chile, su primer libro, titulado: “La Educación como Practica de Libertad.”
Para el año 1968 escribió, su segundo libro: “Pedagogía del Oprimido.”
Freire falleció el 2 de mayo de 1997, debatiendo sobre sobre las nuevas perspectivas de la educación en el mundo.
La grave crisis que afecta al país, impone un llamado de conciencia y, de acción, a todos los ciudadanos que habitamos esta, la llamada “Tierra de Gracia.”
Es perentoriamente necesario que todos y cada uno de nosotros asumamos nuestra responsabilidad y cumplamos con el sagrado deber de aportar soluciones y acciones implementando la lógica, la razón y la sensatez, concatenadas con el texto de nuestra Constitución Nacional, las leyes y reglamentos que rigen los destinos de la república y las actividades que emprendamos.
Para ejecutar nuestros derechos debemos, obligatoriamente, de cumplir con nuestros deberes; tenemos la obligación de analizar certeramente la llamada Guerra Económica y explicarla a aquellos que insensata, ignorante o corruptamente llevan al país por un despeñadero nunca vivido.
“Una cadena es tan fuerte como lo es su eslabón más débil.”
Y, la cadena cuyos eslabones la formamos, aproximadamente, 30 millones de venezolanos, debe fortalecerse con la verdad; ya es casi imposible que se siga esperando un mesías; el líder aparecerá en el momento necesario.
La realidad sobre la inflación explota en la cara de los venezolanos cada vez que van adquirir algún bien de primera necesidad y según el presidente ¡no hay dólares! ¿Qué los hicieron? ¿En la cuenta bancaria de quién están? En un país donde se destruyó, el sistema productivo, en una inmensa mayoría y, se continúa destruyendo, donde el incentivo decretado al sector, es que se le puede “requerir” los medios de producción; sin dólares se minimizan las posibilidades de reactivarlo y representa la realidad de que tampoco hay alimentos: leche, azúcar, aceite, harinas, café; tampoco hay materias primas e insumos, maquinarias, vehículos, repuestos, energía eléctrica, cemento, cabillas; etc.
Esta situación invade las mansiones de las urbanizaciones pero, peor aún, la inmensa corrupción de la cual se habla nacional e internacionalmente, se encarga de demostrar que es una “violación descarada a los derechos humanos”; por cuanto también invade a los ciudadanos que viven en el ranchito y depositaron sus esperanzas en la revolución por tanto, es un problema que solucionarlo constituye un deber de todos.
La situación por la cual atraviesa la prensa escrita es un problema de extrema gravedad para todo aquel que ame la libertad. Si no disponemos de algún medio para llamar la ambulancia los resultados son nefastamente predecibles, más allá de poder enterarnos de la realidad … ¡Somos EL IMPULSO!
