En un extraordinario gesto político y personal, el Papa Francisco llevó en su avión a 12 sirios musulmanes a Italia el sábado al término de una emotiva visita a la isla griega de Lesbos, la más afectada por la crisis migratoria que afronta Europa.
Los refugiados, cuyo número abruma a la isla, se hincaron y lloraron ante la presencia del pontífice. Unos 3.000 migrantes en Lesbos enfrentan la posibilidad de ser regresados a Turquía porque de ahí llegaron a la isla, de acuerdo con un nuevo convenio con la Unión Europea, en tanto que la incertidumbre ha derivado en fuertes tensiones.
Francisco decidió hace una semana llevar a tres familias de refugiados a Italia a propuesta de un funcionario vaticano quien dijo que el pontífice aceptó la iniciativa «de inmediato» porque encajaba en el espíritu de su visita a Lesbos.
«Se trata de una sola gota en el mar. Pero después de esta gota, el mar jamás será el mismo», dijo el funcionario en referencia al gesto del papa al tiempo que citó una frase de la Madre Teresa.
Durante su visita de cinco horas, Francisco imploró a las naciones europeas que respondan a la crisis de los migrantes en las playas «en una forma digna de nuestra humanidad común».
Sismo en Ecuador
El Papa Francisco convocó el domingo a rezar por el pueblo de Ecuador, afectado por un terremoto «que causó numerosas víctimas y daños graves».
Francisco pidió a los fieles en la Plaza de San Pedro que oren por los que sufren las secuelas del terremoto de magnitud 7,8, así como por los afectados por los recientes terremotos en Japón.
«Que la ayuda de Dios y de los vecinos les den fuerza y apoyo», afirmó.
Las autoridades dicen que el terremoto de magnitud 7,8 que sacudió la costa escasamente poblada de Ecuador el sábado mató a 77 personas y dejó más de 570 heridos. Los dos fuertes terremotos en Japón mataron a 41 personas.