La Corte Suprema de Brasil rechazó en la madrugada del viernes una petición que buscaba bloquear un juicio político en la Cámara de Diputados contra la presidenta del país, Dilma Rousseff, limitando severamente las opciones de la líder para evitar enfrentarse a los legisladores que quieren derrocarla.
Rousseff perdió esta semana el apoyo de aliados clave y está cada vez más cerca de sufrir una gran derrota que podría debilitar más aún a un gobierno que enfrenta ya problemas en varios frentes: La peor recesión económica en décadas, un creciente escándalo de supuesta corrupción en la petrolera estatal Petrobras y un brote del virus del zika que provoca problemas congénitos devastadores.
Los jueces rechazaron la petición de Rousseff por ocho votos a dos, alegando que no le corresponde implicarse en esta fase del proceso, que según el principal responsable legal del ejecutivo está «contaminado». La mayoría de los magistrados apuntaron que el papel de la cámara baja en el proceso de juicio político es determinar si acepta las acusaciones contra la mandataria y, en ese caso, será el Senado el que debe celebrar un juicio para examinarlas a fondo.
La única buena noticia para Rousseff en la sesión extraordinaria de la corte, que se prolongó durante más de siete horas, fue el comunicado del presidente del órgano, Ricardo Lewandowski, que sugirió que en el futuro la corte podría volver a revisar el caso.
Los jueces comenzaron la sesión debatiendo si los procedimientos establecidos para la votación sobre el juicio político, que se celebrará el domingo en la cámara baja, eran válidos.
El presidente de la cámara baja, Eduardo Cunha, enemigo jurado de la presidenta, organizó inicialmente la votación para que los legisladores del sur _industrial y rico, y donde la oposición a Rousseff es más fuerte_ arrancaran primero.
Pero mientras los jueces se reunían, el abogado de Cunha presentó un plan distinto que alternaría entre el sur y el norte, donde la presidenta tiene más seguidores. La corte decidió mantener la segunda versión.
No se preveía que los magistrados emitiesen un fallo tan pronto, pero el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lewandowski, dijo que «situaciones excepcionales requieren medidas excepcionales».
La reunión extraordinaria de 10 magistrados es el acontecimiento más reciente en medio de semanas de forcejeos legales sobre un proceso en el Congreso que ha expuesto profundas divisiones en el país.
La votación de la cámara baja en torno a si avanza el procedimiento de juicio político está basada en denuncias de que Rousseff violó leyes fiscales.