La entidad larense se ha convertido en uno de los estados más peligrosos de Venezuela y, por la tasa de homicidios, Barquisimeto figura entre las 50 ciudades más peligrosas del mundo, según estudio publicado una organización de México denominada Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal A.C.
La cantidad de crímenes perpetrados este año mantiene a la región dentro de esos estudios. En el primer trimestre del año se han registrado 217 muertes violentas: entre ellas se contabilizan 9 mujeres que han perdido la vida, así como 12 adolescentes y dos infantes.
También se contabiliza a seis funcionarios quienes perdieron la vida en manos del hampa y hubo 27 bajas de presuntos hampones por diversos cuerpos de seguridad. La mayoría de los procedimientos fueron efectuados por el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc).
En Lara se cometieron, en tres meses, ocho dobles homicidios y dos triples. Según muestras las estadísticas, se cometen de 2 a 3 muertes diarias y asesinan a una persona en la región cada 10 horas.
Se mantiene Iribarren como el municipio más peligroso del estado y la parroquia Juan de Villegas la más atacada por la violencia, seguida por la zona norte.
Marzo superó todo
El tercer mes del año supero los dos primeros. En enero se registraron 67 crímenes, mientras en febrero las cifras alcanzaron los 69 homicidios, pero este mes presenta 12 víctimas más. Son 81 las muertes violentas correspondientes a marzo.
Según los registros que se llevan a diario por los ingresos a la morgue y los reportes de los medios de comunicación, entre esas víctimas figuran tres mujeres, una de ellas una vigilante de una clínica privada quien fue asesinada por su esposo al no aceptar su separación; así mismo una adolescente de 16 años y el caso más emblemático fue el de la señora Marina del Carmen Peña (61), quien fue encontrada en estado de descomposición. Ella fue asesinada por delatar a las personas que acabaron con la vida de su esposo.
Fueron ultimados 6 adolescentes y un infante de tan solo 4 años de edad, quien fue baleado en las afueras de la emergencia del Hospital Pediátrico Agustín Zubillaga cuando se encontraba en compañía de su padrastro. Ambos resultaron ultimados.
Asimismo se generaron cuatro supuestos enfrentamientos, tres con el cuerpo detectivesco y uno con la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), los cuales dejaron saldo de cinco personas fallecidas, entre ellos “El Enriquito”, un sujeto que aparecía en la lista de los más buscados tras cometer cuatro crímenes. Se había fugado de la comisaría de Cabudare, al igual que su primo, evadido de Tocorón y quien también fue dado de baja en ese procedimiento.
Cárceles se estremecieron
11 reos y dos funcionarios muertos dejó una explosión en las cárceles de la región.
El hacinamiento y la protesta por la comida, hizo que los privados de libertad explotaran. El primer hecho fue el 15 de marzo en la comunidad penitenciaria Fénix. En la revuelta perdieron la vida un custodio y cuatro reos.
Posteriormente, el viernes 18, estalló el penal vecino, el David Viloria, conocido como Uribana. Ese día murieron tres reclusos y secuestraron a 16 trabajadores del Ministerio de Servicio Penitenciario: siete mujeres y el resto custodios.
El lunes 21 en medio del motín los presos acabaron con la vida de un custodio al que mantenían como rehén. El reo que detonó el explosivo salió herido y murió al día siguiente en que terminó la situación del secuestro.
En medio de estos secuestros las diversas comisarías apoyaban y sus internos se cortaban, Como resultado, un adolescente de 17 años fue asesinado de forma brutal dentro de los calabozos del centro socioeducativo Pablo Herrera Campins, mejor conocido como retén de El Manzano. Al jovencito le cortaron las orejas, la lengua. Además lo decapitaron.
Entre esos problemas también falleció un interno en los calabozos de Polilara, en Carora, y otro fue asesinado dentro de la comandancia general de la Policía del estado; las autoridades presumen que se trata de quien había delatado a los internos que pretendían evadirse a través de un túnel.
Ministerio Público y sabuesos del cuerpo detectivesco llevan las investigaciones de todos los hechos registrados en la región, de los cuales manejan como principales móviles la venganza, resistencia al robo y riñas.