El careta y primera base venezolano Jesús Montero, puesto en waivers por los Marineros de Seattle el pasado domingo 28, fue reclamado este lunes por los Azulejos de Toronto, equipo que para abrirle un cupo en el roster de 40 designaron para asignación posterior al receptor A.J. Jiménez, según información confirmada por ambas novenas mediante comunicados.
El carabobeño de 26 años de edad ligó para .237 sin cuadrangulares y con cuatro carreras remolcadas (12 ponches en 38 turnos) en la pretemporada con los navales y con ello perdió en su lucha por ser el suplente de Adam Lind en el equipo grande, lugar ganado por el coreano Dae-Ho Lee, bateador de fuerza. El domingo en la mañana ya había vaciado su locker y el mánager Scott Servais había indicado que “se había ido a pasar el día con su familia”.
En el Rogers Centre, casa de los canadienses, está en un mejor escenario para los bateadores, aunque de por vida liga para .253 y no ha podido cubrir la expectativa que generó cuando era uno de los prospectos mejor ranqueados de los Yanquis de Nueva York entre los años de 2010 y 2011.
Los Marineros querían enviar a Montero al Tacoma triple A pero estaba claro que en la ventana de 48 horas de los waivers cualquier otro equipo podía tomarlo y agregarlo al roster de 40 debido a su pedigree. Sin embargo, si los Azulejos no lo colocan en el roster de 25 para el día inaugural de la campaña 2016, tendría que volver a waivers.
El bateador derecho ha sido presa de la inconsistencia y llegó a Seattle en un cambio que involucró al lanzador Michael Pineda en el año 2012. Ese mismo año pegó para .260 con 15 cuadrangulares y 62 carreras empujadas mientras se repartía entre el rol de receptor y el de bateador designado pero luego en 2013 ligó para .208 en 29 juegos antes de ser enviado a triple A, donde tuvo que cumplir una suspensión de 50 juegos por parte de la Major League Baseball.
Entre 2014 y 2015 bateó muy bien en el Tacoma triple A pero al ser subido el año pasado, se combinó en diferentes seguidillas de días arriba para un modesto .223 con cinco cuadrangulares y 19 carreras impulsadas en un total de 38 juegos.
Su carrera aún puede dar un vuelco tras haber hecho una transición para jugar sólo en la inicial y dejar la receptoría con la pérdida de unos 16 kilogramos de peso.
“Nosotros le deseamos lo mejor” declaró el gerente general de los Marineros, Jerri Dipoto, al diario Seattle Times. “Él (Montero) es un grandioso joven que trabajó muy duro en nuestro campamento. Tenemos grandes esperanzas de que logre el éxito”.
El cambio de organización y su nueva lucha por establecerse en la gran carpa podrían tener alguna incidencia positiva en la decisión de Montero de jugar para Cardenales de Lara en la siguiente temporada de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP), aunque será clave que comience la campaña arriba.