En 1949 se creó por medio de decreto de la Junta Militar de Gobierno el Instituto de Previsión Social del Ministerio de Educación, un año más tarde inició sus funciones las cuales iban destinadas a ser un apoyo no solo para los maestros, sino también para todos aquellos trabajadores administrativos que dependen del organismo ministerial.
La misión de esta institución busca mejorar la calidad de vida de los trabajadores, brindando ayuda; según lo establecido en el estatuto orgánico del Ipasme, de previsión y asistencia social. Asimismo debe contribuir al pago de asistencia obstétrica, quirúrgica, hospitalaria y dental de aquellos afiliados; debe también costear los servicios a los que sea sometido el trabajador en caso de algún accidente que lo incapacite, ya sea temporal o definitivamente; otro de las funciones a cumplir es prestar a los miembros del instituto facilidades tendientes a la adquisición de vehículos y vivienda.
Estos son los principales aportes que debe realizar el organismo que es autónomo en su funcionamiento; los cuales sirvieron para muchos docentes para obtener su primera vivienda o la compra de un carro, permitiéndoles sentir así que realmente contaban con un respaldo, algo que les dignificaba su labor en cuanto a lo social se refiere.
No obstante, este servicio con el cual cuentan los dependientes del Ministerio de Educación no es algo del todo gratis, pues cada mes los docentes afiliados al Ipasme aportan un 6 % de su salario para mantener la institución, un 3% destinado a servicios de salud y otro 3% para ahorro económico. Además esta debe recibir recursos por parte del Ejecutivo Nacional y donaciones.
Aún así los educadores nunca se habían quejado de tener que aportar tal porcentaje, pues sabían que era dado a algo que los beneficiaba. Hoy en día la situación es distinta. Diversas han sido las manifestaciones de disgusto, no solo por los profesores, sino también por los empleados del Ipasme denunciando el mal funcionamiento del lugar.
El 2015 fue un año intenso con respecto a las luchas emprendidas para solucionar los diversos conflictos del lugar. Uno de estos: el acoso laboral por parte de los directivos hacia los trabajadores. Ocasionando esto la destitución de las personas que ocupaban esos cargos.
Este tipo de acciones demandadas generó la creación del Comité Pro rescate de Estrategia, Seguimiento y Evaluación (Coprese), el cual desde mediados del pasado año se ha dedicado a velar por el funcionamiento de la institución; conformado tanto por educadores, como por trabajadores que consideran que es necesario dar a conocer la verdad del lugar para lograr un cambio.
Luis Bello y Mélida Veliz forman parte de este comité, ambos educadores han trabajado por dar a conocer la situación del Ipasme y para reactivar el funcionamiento del lugar que debería trabajar por el bien no solo de los docentes, sino también de la comunidad, tomando en cuenta que un 30% de las atenciones que brindan son para el público en general.
Tanto Bello como Veliz denuncian que desde hace 14 años la institución se ha venido abajo. Hicieron todo lo posible por el cambio de directiva y si bien fue logrado; quien dispone hoy en día del cargo de director administrativo parece estar en las mismas andanzas que los anteriores.
“El Ipasme comenzó a padecer desde todo punto de vista, la razón es la falta de gerencia. Se requiere de un gerente, no de un político”, expresó la docente que hace algunos años formó parte de la directiva del lugar. Una de las grandes quejas presentadas: los cargos son impuestos por ideologías políticas, sin importar la preparación o si la persona tiene al menos un pequeño sentido de pertenencia por el organismo que, se supone, debe gerenciar y representar.
Los miembros del comité señalan que debe haber dos directivos, uno que se encargue del ámbito de la medicina, su elección será propuesta por el Colegio de Médicos; de igual forma el director administrativo debe ser un docente capacitado en la gerencia, también será elegido por el magisterio en sus respectivas representaciones,
Esto ha dejado de ser así, el Ipasme se ha convertido en un templo político, en donde tan solo al entrar y acercarse a vigilancia se aprecian imágenes alusivas al difunto presidente Hugo Chávez y el actual, Nicolás Maduro.
Desde el pasado mes de noviembre, Mayerlin Vargas tomó el cargo de directora administrativa, según el comité sin contar con los requisitos necesarios para ocupar el puesto. No obstante, su llegada significó una pequeña esperanza para los trabajadores y afiliados, esperanza que fue apagada poco tiempo después.
Durante un encuentro sostenido con la actual directora Vargas hace pocas semanas, esta mostró gran disposición en trabajar por mejorar las condiciones del Ipasme, haciendo especial énfasis en que establecer un buen trato con los empleados era esencial para salir adelante, debido a que este había sido un problema grave el pasado año.
Tales palabras apenas días después se vieron empañadas por sus acciones, pues mediante un memorándum amenazó a un trabajador de la institución; que recibió a EL IMPULSO en las instalaciones para demostrar el estado del lugar, de tomar medidas legales en su contra ante presunta difamación; dicha situación fue denunciada por Coprese, demostrando que la persecución a trabajadores que muestran la realidad continúa aún con el cambio de directiva.
A mayores instancias
El deterioro tanto en atención como en infraestructura que presenta el Ipasme, aunado a las acciones de este tipo en donde los trabajadores son señalados, alertaron al comité y a los educadores, quienes decidieron solicitar al Consejo Legislativo del Estado Lara que se tratara el tema.
El diputado Leonardo Torres, explicó que competerá a la comisión de educación junto a otros delegados quienes se encargarán de hacerle seguimiento al manejo de la institución. Torres considera de vital importancia un buen funcionamiento del Ipasme en donde se atiendan afiliados, familiares director y un porcentaje de la población, pues de esa manera se puede suavizar un poco la afluencia de personas a centros de salud públicos, como el Hospital Central.
Infraestructura
Hasta hace pocos años, quien se trasladaba por la Av. Libertador podía apreciar una impactante edificación en la cual hace vida el Ipasme, pero hoy en día su cara es otra, muchos creen que la infraestructura está abandonada, pero no es así, lo que sí sucede es que no se encargan de realizar el mantenimiento y reparaciones necesarias.
Más de 50% del espacio se encuentra desolado, incluyendo un amplio lugar en donde anteriormente funcionaba una tienda departamental.
Tan grande es el lugar que cuenta con ocho ascensores, de los cuales no funciona ninguno. Hace pocas semanas por la presión mediática se arregló uno de estos, sin embargo a los pocos días se volvió a dañar.
La actual directora ha exhortado a los trabajadores a pintar algunas áreas para crear sentido de pertenencia, pero Coprese asegura que adentro de la institución funciona un departamento que debe encargarse de mantener la gran infraestructura que posee el Ipasme.