Los caficultores del país no se encuentran satisfechos con los nuevos precios del café, aprobados por el presidente Hugo Chávez y anunciados vía Twitter por el vicepresidente.
En detalle, el mandatario nacional fijó un ajuste del 33%, ubicando el quintal de café lavado tipo A en mil 600 bolívares, el tipo B en mil 440 bolívares, y el café tipo C tendrá un costo de mil 350 bolívares.
Algunas organizaciones del sector han manifestado su desacuerdo ante el reajuste por considerarlo insuficiente y no ajustado a las estructuras de costos de los productores.
El presidente de Pacca Guarico, Luciano Báez, señaló que en los próximos días los especialistas en la materia sostendrán un encuentro para fijar una posición definitiva, luego de un análisis profundo sobre los ingresos y egresos que constantemente impactan la actividad agrícola. “Los cálculos oficiales se establecieron con base en la producción de 15 quintales por hectáreas. Es prematuro fijar por ahora una posición. En los próximos días vamos a reunirnos para analizarlo a profundidad”, dijo.
Abundan los problemas
Los caficultores del país han enfrentado muchos problemas, no sólo por la baja rentabilidad de su actividad sino por la escasez de insumos y oportuna dotación. Explicó Luciano Báez que la producción disminuyó considerablemente por cuanto los productores no consiguen los materiales básicos para trabajar sus tierras, y mantener sus cosechas. “Algunas personas logran conseguir insumos del Gobierno pero no la mayoría”.
En este sentido, los trabajadores del campo sólo lograron producir 800 mil quintales de café de los mil 600 necesarios para abastecer la demanda. “Se hicieron muchos esfuerzos pero no se ha podido levantar la producción. Estamos produciendo el 50% del consumo, el resto lo está importando el Gobierno”.
Otro elemento que preocupa a los representantes del sector es la disminución de la calidad del grano.
Por años, el café hecho en Venezuela se destacó por su excelencia en calidad y sabor. Desafortunadamente, la escasez de insumos e incluso el desespero de algunos campesinos los obliga a arrancar el grano antes de su maduración. “Ha mermado la calidad porque no hay ningún tipo de incentivo”.
En los próximos días, los productores sostendrán reuniones para discutir la realidad del sector y analizar los beneficios que obtendrán tras el aumento anunciado.
Foto: Elías Rodríguez
