El doctor José Vicente Haro, presidente de la Asociación Venezolana de Abogados Constitucionalistas, advierte que una Asamblea Constituyente no tiene como objetivo cambiar a un presidente de la República.
Estima que la última Constituyente fue propiciada por Hugo Chávez. Pero, claramente, fue una guillotina política disfrazada de Constituyente para quitarle la cabeza a todos los poderes públicos y tomar absolutamente el poder.
¿Cómo puede ser una Constituyente?
-Hay muchos ejemplos en el Derecho Comparado. Tenemos, por ejemplo, nuestro vecino, Colombia, con la Constituyente del 91. Ahí no fueron eliminados los poderes públicos. Mientras los constituyentistas estaban haciendo lo suyo, estuvieron trabajando con toda normalidad el Poder Judicial, el parlamento, el Ejecutivo, la Contraloría y, en general, todas las instituciones.
-¿Qué hizo la Constituyente?
-Únicamente se dedicó a hacer una Constitución. Y eso precisamente es lo que se debe hacer.
Para llevar a cabo un proceso de esa naturaleza, el primer paso es la convocatoria como lo establece el artículo 358 de la Constitución. La convocatoria la podría hacer la Asamblea Nacional por mayoría de las dos terceras partes de sus integrantes o bien, el pueblo mediante la recolección de al menos el 15 por ciento de los ciudadanos inscritos en el Registro Civil Electoral. Esto significa un poco más de 3 millones de firmas.
En este caso, como los diputados de Amazonas están desincorporados, básicamente, la única opción que queda en la práctica es la de la recolección de firmas de los ciudadanos.
Luego tiene que haber una elección de los constituyentistas por iniciativa propia, por participación de los partidos, de los gremios y diferentes representaciones. Tiene que hacerse sobre unas bases que deben proponerse. Así se ahorraría tiempo en comparación con la Constituyente del 99 y se haría una Constitución donde los poderes sean independientes.