Para recordar: “¿Qué vieron en tu casa?» Ezequías respondió “Vieron todo lo que había en mi casa. Nada quedó en mis tesoros que no les mostrara” (1 Reyes 20:15)
Hoy queremos exponer, cómo un rey, con la mayor oportunidad de constituirse en uno de los mejores mandatarios de aquella época, en lugar de ser humilde se engrandeció.
Dice la Biblia, en el primer libro de Reyes, el capítulo 18, que Ezequías era hijo de Acaz, rey de Judá y su madre, Abi, hija de Zacarías. Tenía 25 años cuando empezó a reinar y duró 29 años gobernando.
El relato, para resumir, señala que: Hizo lo recto ante los ojos del Eterno…. Acabó con la idolatría del pueblo, se acercó a Dios y no se apartó de él, sino que guardó los Mandamientos, que el Señor le dio a Moisés. El Eterno estuvo con él. Y todo lo que emprendía, prosperaba (ver 1 Reyes 18:1-7).
Este rey cayó enfermo, pero dadas sus súplicas, Dios le concedió quince (15) años más de vida. Ya sano, vinieron unos espías de Babilonia a traerle presentes y en lugar de mostrar su nueva vida; lo que Dios había hecho por él, les exhibió todas sus riquezas, tal como lo dice el texto inicial y por ello, el profeta Isaías, de parte de Dios, se le acercó y le dijo que perdería el reino por mostrar sus tesoros.
Generalmente, comparamos lo que sucede en nuestro país o el mundo, para que todos, ciudadanos y gobernantes, saquemos un aprendizaje y evitemos el error.
En tal sentido, desde el inicio del año, nuestro primer mandatario, con el afán de mantener una línea gubernamental, ha escogido un camino, que se parece un poco al rey Ezequías. Es decir, el actual presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, junto a su tren ejecutivo, teniendo en sus manos la posibilidad de engrandecer a Dios, por la oportunidad “dorada” de gobernar para el beneficio de todos los hijos y/o habitantes de Venezuela, no lo han hecho, y eso no le trajo ningún beneficio al rey en cuestión.
Estamos hablando del “motor minero” (oro, petróleo, gas…). Allí, el presidente le dijo al mundo que Venezuela, tiene “siete mil toneladas de oro” (bancaynegocios.com, 26/02/16). También dijo que le entregaría su explotación a unas ciento cincuenta (150) empresas de treinta y cinco (35) países para que lo explotaran (noticialdía.com, 24/02/16) Nos preguntamos: ¿De quién es el oro?
Y la alegría del “motor” duró poco, porque a los pocos días, el 4 de marzo del año en curso, salió a luz pública la triste y horrible desaparición de 28 mineros, en el Oriente del país (elimpulso.com, 10/02/16).
Lo más triste, en lo que va del año, han aprobado millones de dólares para diferentes y hasta recién creados ministerios, mientras el país está padeciendo necesidad en todos los sentidos: Medicinas, alimentos, infraestructura, hospitales, escuelas, y paremos de contar.
No perdemos la esperanza que Dios, Eterno, quien ha gobernado el universo por miles de años; quién estuvo cerca del rey Ezequías, continúe girando instrucciones sobre lo que sea mejor para nuestra nación.
Dios, Jesucristo, no son los autores de todo lo malo que sucede en la tierra, pero, si nos acercamos como lo hizo el rey mencionado y los hombres y mujeres que guardaron los mandamientos del Señor, Todopoderoso, con toda seguridad escuchará nuestras oraciones y dará, a su debido tiempo, la respuesta que necesitamos ¡Amén!
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