Secretarios de 39 universidades del país se reunieron en la UCLA desde el día jueves para discutir posibles cambios en el sistema de ingreso a las casas de estudio.
Durante el encuentro los representantes mostraron sus impresiones en relación al presente formato que se ejecuta por parte de la OPSU para la admisión de nuevos estudiantes a las universidades del país.
“La Oficina de Planificación dice que se trata de una ‘discriminación positiva’ el hecho de darle oportunidad a estudiantes que tienen bajo promedio porque estos provienen de escuelas públicas; dejando por fuera a quienes hacen el esfuerzo de pagar un colegio privado y de obtener buenas calificaciones; no se puede hablar de una “discriminación positiva’ porque ninguna es buena”, aseguró Amalio Belmonte, secretario de la UCV.
Asimismo rechazó que se diga que las universidades se encargan de rechazar a estudiantes con bajas notas, señalando que es la educación en la formación media del país quien se encarga de excluir, pues catalogó esta como deficiente, lo que genera que parte de los bachilleres egresados no estén bien capacitados para ingresar a universidades con altas exigencias, como el caso de la universidad que representa.
Actualmente el sistema de ingreso toma en cuenta solo en un 50% el índice académico del estudiante, dejando el resto a evaluar con variables socioeconómicas, territorialidad y participación comunitaria; proceso con el que se empezó a trabajar en el 2015 y fue rechazado por gran parte de la comunidad educativa.
Mariangelina Rodríguez, coordinadora de secretaría de la UCV, aseguró que el sistema actual contiene variables que no se pueden evaluar, dejando un vacío para entender qué necesita una persona para ingresar a la universidad. Ante tal necesidad solicitaron la presencia de la OPSU para que explicara el proceso, sin embargo el representante de tal organismo se mostró ausente, así como el viceministro de educación universitaria, Andrés Eloy Ruiz, quien también fue invitado.