#Opinión: Algo bueno está pasando. Por: Orlando Peñaloza

–Orlando Peñaloza–
Lo que vimos en la cadena del Presidente Chávez del pasado lunes 2 de agosto en la noche, tiene muchos significados. Que se perdió el miedo, porque lo que había era una protesta al frente del propio primer mandatario nacional, del intocable inquilino de Miraflores, del toñeco de Fidel Castro.
Qué el pueblo ya está cansado y le está diciendo que recoja sus corotos porque el día es corto. Y que recuerde cómo ocurrió el principio de la salida de Marcos Pérez Jiménez, el penúltimo dictador que ha tenido el país.
En la cadena los trabajadores lo que hicieron fue hacer valer sus derechos, defendiendo puestos de trabajo.
Había molestias además porque el mandatario nacional no discutió sobre las acciones en SIDOR, donde las empresas privadas pagaron por la nacionalización de la siderúrgica, pero el Estado no. Así de sencillo.
Daniel Santolo, coordinador de trabajadores por el progreso destacó lo siguiente: “Diosdado Cabello dijo que no hay una misión miedo en contra de los empleados públicos. Pues si la hay. “El propio Presidente de la República le dijo a los trabajadores en el Estado Bolívar que si ellos manifestaban, protestaban o exigían el derecho de una discusión de contrato colectivo, eran traidores a la Patria».
«Esto no puede ser aceptado en ningún gobierno democrático. No son simplemente amenazas, hemos visto cómo han sido perseguidos y detenidos los trabajadores por exigir el derecho a discutir sus contrataciones colectivas y reivindicaciones. Esto no es misión miedo, es misión terror y tenemos que pasarle por encima con los votos”, agregó.
Quien de ajeno se viste en la calle lo desnudan, aforismo popular que reprende a quienes quieren ser colonos o latifundistas de algo que no les pertenece, como Venezuela, de la que se han querido adueñar desde hace 14 años con coplas y engaños, pero una vez desenmascarados están quedando desairados.
Al presidente Hugo Chávez lo desnudaron en esa discusión con trabajadores públicos de la industria siderúrgica -nacionalizada en 2009- que le trasladaron su malestar, incluso abucheándolo, por llevar más de dos años con la renegociación estancada de su contrato colectivo.
La cadena obligatoria de radio y televisión concluyó de forma inesperada cuando Chávez aún tenía el micrófono en la mano. Alguien argumentó que el Presidente se quedó sin audio, excusa perfecta para cortar la cadena.
La transmisión fue levantada de manera abrupta y las explicaciones del gobierno venezolano dejaron muchas dudas. Se escucharon en el fondo gritos de los trabajadores presentes, y se pudo ver cómo el canciller Nicolás Maduro y funcionarios militares se movieron de repente segundos antes de que los medios quedaran libres de la cadena.
La cadena no fue tan fantástica pues trataba temas que para la oposición podrían haber pasado a segundo plano, teniendo en cuenta que un motín en la cárcel de Yare terminó con 25 personas muertas y agravó la crisis carcelaria.
«Pensábamos que la cadena era para explicarle al país sobre lo ocurrido en la cárcel de Yare, ¡una situación que no termina! Pero no, la cadena fue para meternos más coba y echarnos cuentos viejos, los mismos de hace 14 años, ¡reciclar promesas!, ¡cháchara!», dijo el aspirante presidencial Capriles Radonski a través de su cuenta oficial de Twitter.
Tal situación, unida a las incontables protestas que se producen a diario en todo el país, la inseguridad y el desequilibrio causado por la mala praxis del gobierno, le están moviendo el piso a Chávez a escasos días de los comicios electorales.
Las protestas de los pensionados del Seguro Social por hacer efectivo el pago el 21 del mes de agosto, por primera vez en muchos años, profundizan esta apreciación, unida a los clamores de viviendas de muchas familias pobres que no han visto las promesas del mandatario.
Si comparamos estos hechos con los de aquel enero de 1958 cuando comenzó una huelga de prensa y horas después de ésta la convocada por la junta patriótica; cuando a partir del primero de enero la crisis interna de la dictadura se hizo cada día más grave con las manifestaciones del movimiento popular que iba en ascenso en la lucha contra el dictador; densos sectores sociales se incorporaban activamente a la querella: intelectuales, médicos, abogados, profesores e ingenieros suscribieron manifiestos de denuncia contra el régimen; en las calles se sucedían manifestaciones y mítines, y en la noche del día 22 la marina de guerra y la guarnición de Caracas se pronunciaron contra la dictadura, provocando la huida en la madrugada del 23 de enero de Marcos Pérez Jiménez rumbo a Santo Domingo privado de todo apoyo, notamos que algo bueno está pasando.