Las armas de guerra que reclusos venezolanos exhiben en videos divulgados por las redes sociales no se filtran desde unidades militares, como afirman opositores y ONG, aseguró el presidente de la Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares (Cavim), Santiago Sandoval.
«De ninguna manera es producto de ninguna distribución por parte de la Fuerza Armada», declaró a la AFP el general de división que dirige la industria militar encargada de producir municiones y armas en Venezuela.
Durante un recorrido por unidades productivas en Fuerte Tiuna, principal complejo militar del país, Sandoval aclaró que «cualquier sustracción» de armas en las unidades, «en caso de que la hubiese, conlleva una investigación interna».
A finales de enero circularon videos por Twitter que mostraban a presos de una cárcel de la isla venezolana de Margarita cuando disparaban ráfagas de fusiles en «homenaje» a un exconvicto que fue asesinado y llevado a la prisión para su velatorio.
Los videos también muestran a unos 15 miembros de la militarizada Guardia Nacional apostados frente al penal, que reaccionan inicialmente con sorpresa y luego permanecen pasivos ante el estruendo de las balas.
La ministra de Asuntos Penitenciarios, Iris Varela, afirmó entonces que «mafias compuestas por funcionarios» introducen armamento en las cárceles.
El hecho provocó fuertes críticas de la oposición, mayoritaria en el Parlamento, que pidió explicaciones al gobierno sobre por qué están en poder de criminales armas que son de uso exclusivo de la Fuerza Armada.
«El gobierno venezolano ha sido permisivo con la delincuencia. Es una permisividad que nace desde la impunidad que genera el sistema de justicia», denuncia Luis Cedeño, director de las organizaciones no gubernamentales Paz Activa y Observatorio de Delito Organizado.