«El mundo es un buen lugar y vale la pena luchar por él». Ernest Hemingway.
La cuarta regla es, que se debe hablar el lenguaje del cerebro. Sus cerebros solo pueden procesar información positiva. El lenguaje del cerebro son imágenes, sonidos, sentimientos, y, en menor medida, olores y sabores. El cerebro no puede procesar imágenes negativas ( no hacer algo, no ver algo); puede trabajar solamente con información positiva. Así que sean conscientes de no plantar sugerencias negativas en la mente de los otros con las palabras que ustedes elijan. Hablen en positivo. Digan «es un placer» en vez de «no hay problema». Usen las palabras «llámame» en vez de «no dudes en llamarme».
Cuando explicamos nuestras experiencias a nosotros mismos y a otros, nosotros tendemos a caer en patrones. Conscientemente desarrollamos, un estilo positivo de explicación e infectamos a otros con nuestra actitud positiva.
Contarle a la gente la razón por la cual ustedes están haciendo algo, tiene una mayor influencia en cómo ellos reaccionaran ante ustedes. La gente automáticamente tiende a cumplir con algo solicitado cuando le dan razones por las que deben hacerlo.
La quinta regla es, que se deben conectar con los sentidos.
El camino más efectivo para transferir información de ustedes a otras personas, es adaptando su estilo comunicacional al de ellos.
Generalmente la gente está en una de estas tres categorías:
1- Visual. Cuéntame o muéstrame cómo luce. Las personas visuales necesitan ver imágenes y hacer imágenes de sus experiencias.
2- Auditiva. Cuéntame o muéstrame cómo suena. Las personas auditivas necesitan escuchar sonidos y verbalizar sus experiencias.
3- Cinestésica. Cuéntame o muéstrame cómo se siente. Las personas cinestésicas se comunican expresando sensaciones físicas.
Veamos esto con un ejemplo:
Josefina lleva adelante exitosamente una empresa de distribución. Ella comenzó sola y por su cuenta y ahora tiene 43 empleados. Una chef de pastelería profesional. Ella está dispuesta a recogerse las mangas y dar una mano donde sea necesario. Ella prefiere vestidos cómodos y tiene un tono de voz muy paciente. Ella es cinestésica y le gustaría decir cosas como:
«¿Puedes tú tomar lo básico?», «estamos contra la pared», «yo no puedo meter mis dedos en nada concreto», «déjame explorarlo profundamente un poco más».
José es un abogado. Él trata con hechos y quiere ver la evidencia. Le gusta mirar a la gente a los ojos cuando habla con ellos y él espera ser correspondido de igual manera. Se viste siempre rápidamente. El es visual y le gustaría decir cosas como:
«Todos nosotros tenemos diferentes puntos de vista», «muéstrame como tú hiciste eso», «ya veo lo que tú estás diciendo», «puedes tú poner sobre el tapete algunas luces sobre este problema».
María puede encantar a los pájaros fuera de los árboles. Ella tiene un uso maravilloso de la palabra. Ella tuvo actividad política cuando era muy joven. Tiene muchos amigos. Su estilo de vida es flexible. Siempre parece acomodarse a cada ocasión. Ella es auditiva y le gustaría decir cosas como: «Eso suena como una gran idea», «te digo alto y claro», «ese nombre me suena», «estoy sintonizada con lo que ella está diciendo».
Definitivamente, establezcan una compenetración con otros, sincronizando su lenguaje corporal, características de voz, palabras preferidas y preferencias sensoriales con otros.