Pocos datos han salido a relucir del asesinato de María Isidora Pérez de González. Su esposo, José Nicolás González, confesó el crimen y se entregó a las autoridades de la División de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas, ubicada en la avenida 20 con 34.
Se conoció que, en un estado de tranquilidad contrario a lo que muchos pensaban, comentó que su esposa lo tenía cansado porque siempre lo maltrataba verbalmente. El lunes en la mañana ella había salido a la casa de un vecino, cuando regresó sostuvieron una discusión y él la golpeó en la cabeza, ocasionándole la muerte.
Confesó haber sentido temor y por eso decidió enterrarla en el patio, aplanó la tierra y confió en que nunca la hallarían, pero al verse presionado por sus familiares quienes lo interrogaban constantemente, decidió aceptar ser el autor del crimen.