Ya existen servicios que pueden establecer dónde se tomó una fotografía a través de los metadatos asociados al archivo de la misma, pero Google quiere ir un paso más allá y se encuentra trabajando en un sistema que puede determinar esa localización a través de un escaneo del paisaje.
El sistema que está desarrollando el gigante tecnológico descompone la foto en píxeles y los sistemas de Google cruzan esa referencia con sus gigatescas bases de datos para encontrar coincidencias.
Este sofisticado programa de inteligencia artificial recibe el nombre de PlaNet (juego de palabras entre planeta y red, que en ingés es ‘net’) y se alimenta de 90 millones de imágenes con etiquetas geográficas repartidas por todo el globo.
El mundo fue dividido por los desarrolladores en 26.000 sectores de diferentes tamaños en función del número de imágenes que, según estimaciones, son tomadas en esas localizaciones.
En un ensayo realizado con 2,3 millones de fotos, el programa fue capaz de determinar el país de origen el 28,4% de las veces. En lo referente al continente, el nivel de acierto es del 48%. Estas tasas de acierto son significativamente superiores a las de seres humanos que realizaron pruebas similares.
El líder del proyecto, Tobias Weyand, asegura que PlaNet tiene ventaja en esas pruebas sobre los seres humanos debido a que el programa «ha visto muchos más lugares» y ha aprendido a diferenciar las señales «más sutiles».