A la calle salieron los estudiantes de la UPEL para dar a conocer la situación que los mantiene acechados, pues en menos de un mes han sido víctimas en dos oportunidades del hampa, la cual ha tomado el taller de mecánica, dejándolos con pocos materiales para realizar sus prácticas.
Temen que la magnitud de los robos genere el cierre de las carreras que necesitan para sus prácticas, por lo que consideran necesario que se tomen medidas drásticas para evitar que se sigan cometiendo tales actos delictivos. Hicieron un llamado a las autoridades a hacer cambio de la compañía de vigilancia que resguarda las instalaciones de la universidad.
Leonardo Araujo, preparador estudiantil, destacó que los robos que han realizado no son “cualquier cosa”, pues han sido herramientas y material de tamaño considerable como para que los hampones salgan sin ser vistos.
“Es difícil que después de que nos roban casi todo seamos nuevamente dotados, lo que va a generar un atraso y una baja de la calidad al ver clases”, expresó Araujo.
Los estudiantes hicieron toma de las vías cercanas al núcleo de la UPEL al este de la ciudad, lo cual generó que efectivos de la Guardia Nacional se apersonaran solicitando que se abrieran las calles, tomando en cuenta además que se trata de una zona próxima al Hospital Central.
También denunciaban que el cuerpo directivo no se ha sentado con la masa estudiantil para aportar soluciones y de esa manera calmar la preocupación, por lo que solicitaron la presencia de Nelson Silva, director decano de la UPEL.
Ante tal solicitud, docentes de la institución mediaron con la masa estudiantil explicando que por parte de las autoridades se han realizado los trámites correspondientes para denunciar los robos que se han cometido, sin embargo escapa de sus manos que los respectivos órganos acudan al llamado.
Más problemas
La inseguridad no fue la única preocupación de los estudiantes, quienes señalan que la universidad no cuenta con alumbrado a las afueras y esto intensifica más los robos que se perpetran. Además destacaron la problemática que tienen con el comedor, el cual no labora desde el mes de octubre debido al bajo precio que se aprueba por bandeja en el presupuesto, el cual no es atractivo para licitar. El transporte no escapa, pues señalaron que solo cuentan con dos unidades que permiten cubrir apenas una ruta de traslado.