#Opinión: ¿La paz de los sepulcros? Por: Joel Rodriguez Ramos

Un pequeño preámbulopara explicar que algunos amigos lectores me han sugerido ser breve. Son interesantes tus artículos, pero recórtalos un poco, me ha dicho más de uno. del tema y del ánimo también. Un millón de gracias por la sugerencia. Me aterra encadenarme.Intentaré ser breve  a partir de hoy, aunque no es fácil y depende.
Nos separan muy pocos días para la trascendental fecha del 7 de octubre. Estamos claros que de aquí hasta ese día, van a aumentar los ataques, las mentiras, las invenciones inmorales y todo tipo de campaña sucia contra Capriles. El gobierno y su candidato lucen desesperados. Inventaron lo que han denominado “el paquetazo”, que, según ellos, sería el programa de gobierno aprobado por la MUD y todos los pre – candidatos presidenciales y firmado por estos últimos antes de las elecciones primarias de febrero. Ramón Guillermo Aveledo afirmó y probó que lo presentado por Chávez en TV es un documento falso, forjado y nunca el aprobado y firmado por los pre – candidatos, antes de las referidas elecciones primarias. Para insistir en lo del “paquetazo”, el gobierno se buscó a dos desprestigiados políticos, acusados de corrupción por el mismo gobierno, y ahora plegados a los intereses del chavismo  y “perdonados” por el gobierno. Imposible que alguien refleje peor imagen que la de estos personajes.  Y luego se buscó a un tercer personaje, diputado a la Asamblea Nacional, derrotado en las elecciones primarias en su aspiración a ser candidato a alcalde del municipio Sucre del estado Miranda y quien, ahora, a escasos días del evento electoral, se presenta cuestionando el programa de gobierno de Capriles. La cobertura de los medios públicos a sus planteamientos comprueba una maniobra de la peor especie urdida por el gobierno. Lo lamento por el diputado, a quien tenía por persona seria y responsable. Me parece que sus planteamientos, si se pueden llamar así, no merecen mayor consideración.
El Presidente, además, había venido haciendo ante la opinión pública, me parece que en discreto tono de voz, una advertencia que, sin embargo,  subió de tono el domingo pasado, según la cual, el único garante de la paz en Venezuela es él. Será, digo yo, la paz de los sepulcros, donde nadie siente, ni ve, ni oye, ni reclame, ni hable, ni mucho menos proteste. “Si gana la derecha, habrá guerra civil”, ha dicho Chávez. Válgame Dios. Semejante amenaza no parece propia de un líder del siglo XXI, parece una amenaza de Hitler, Mussolini, Stalin, Pinochet, Franco o, por supuesto, su admirado Fidel Castro. Dirigiéndose a los que él llama “ricachones”, les dice que voten por él, porque es la única posibilidad de que continúen teniendo “sus buenas casas, sus buenos carros, sus apartamentos en la playa y sus viajes a Europa”. Si él se va, recalcó, habrá guerra civil,  cual rey Luis XV de Francia quien, en su momento y ante los problemas vividos por su reinado, dijo: “Después de mí, el diluvio”. Pues no, señor Chávez, ya Ud. gobernó muchos años, Ud. no es ni Luis XV, ni mucho menos Dios. Se puede ir y no habrá guerra, ni diluvio, habrá paz, esa que Ud. aparenta querer conseguir para Colombia y nos niega a los venezolanos.