Con la constitución de nuevas empresas y corporaciones, por parte del Gobierno, no se resolverán los problemas de escasez y desabastecimiento que existe en el país, sino aumentando la producción nacional, produciendo más, aseguró la presidenta del Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio), Cipriana Ramos.
Ratifican que la inflación, el desempleo, el desabastecimiento, la inseguridad y el colapso de los servicios públicos deben ser enfrentadas, por igual, tanto desde el Poder Ejecutivo como desde el Poder Legislativo, con el apoyo activo y participativo de la empresa privada y los trabajadores.
En tal sentido, Consecomercio emplaza a estos sectores a implementar una política económica de Estado capaz de ofrecerle respuestas concretas y perdurables a los consumidores del país.
Asegura que cuando hoy estamos viendo que en Caracas no hay agua, en el interior del país no hay agua desde hace meses; cuando vemos en la capital que hay escasez de alimentos, estos productos desaparecieron en el interior desde hace meses, afirmando que uno de los problemas más agudos es la inseguridad que viven los trabajadores del comercio y los servicios y la que viven los ciudadanos.
-Es imposible mantener una actividad productiva cuando continúan las invasiones, los secuestros, los robos que no permiten trabajar con tranquilidad. El llamado es a todos los venezolanos a que entendamos que estamos viviendo una situación muy difícil, es a la mesura y a que el gobierno entienda a la calle, que admita que hay una falta de alimentos, de medicinas y lamentablemente no creemos que a través de la constitución de nuevas empresas gubernamentales vayamos a resolver los problemas y los ejemplos están a la vista-, asegura.
Advierte que el problema es de producción nacional, no es de que los empresarios piden dólares, pero necesitan comprar las divisas para poder comprar los insumos para producir.
-En Consecomercio somos un sector de comercio y servicios, no importamos, ni producimos, no tenemos fábricas, somos la vitrina, llevamos el producto que alguien fabrica, elabora ó procesa a los consumidores-, asegura Ramos.
Admite que la capacidad de respuesta de las empresas del comercio y los servicios, a esos millones de consumidores, se debilita aceleradamente, como consecuencia de la inexistencia de bienes nacionales e importados, así como a los efectos que provocan en cada unidad comercial la inflación, la inseguridad, los apagones, la escasez de agua y ahora también la voracidad fiscal del poder municipal.
Consideran que es urgente tomar medidas para frenar la caída del PIB, enfrentar los desajustes macroeconómicos y microeconómicos, que hoy se pretenden revertir con paliativos y sin fundamentos serios.