Nadie duda a estas alturas que el llamado Socialismo del siglo XXI fracasó y fracasó estrepitosamente. Es inviable. Después de 17 años de ese extraño experimento, Venezuela está en las peores condiciones de su historia republicana, por esa razón hay un convencimiento general y creciente de que esto debe terminar pronto. Venezuela no aguanta más el desastre monumental a que nos condujeron las administraciones, si es que se pueden calificar de tales, Chávez-Maduro, que al fin y al cabo son una sola.
Ya no hay medida que tome Maduro que modifique la situación. Puede hablar 5 ó 6 horas en cadena de radio y televisión tratando de dar explicaciones que nadie le creerá, puede nombrar nuevos ministros que a los pocos días tendrá que cambiar porque no sirven,puede cambiarlos de un lado para otro, puede culpar a todo el que se le ocurra decir que si él sigue allí el desastre se profundizará y será luego más difícil recomponer el país. Las medidas que toma, muy bien calificadas por Ramos Allup,comolo peor de lo mismo, en nada ayudarán a mejorar la situación. El problema por tanto es Maduro. Es su absoluta cerrazón a cualquier idea o sugerencia;es su falta de preparación; su soberbia; su ambición de poder y deseos de mantener su partido en el poder. Se cree dueño de la verdad y nadie puede contradecirlo. Lorenzo Mendoza hace unas propuestas para salir de la crisis e inmediatamente caen sobre Empresas Polar y la persona de Mendoza, las más graves e irresponsables amenazas.Qué bueno sería un momento de sensatez y cordura en el señor Maduro y reconociera que no pudo conducir al país y renunciara y entregara pacíficamente el poder. A pesar del desastre cometido hasta hoy, el país le agradecería ese gesto y tendría un lugar significativo en la historia de Venezuela.
Solicitar la renuncia del presidente de la república no es un acto conspirativo ni irrespetuoso. Recuerdo que a Rómulo Betancourt a través de los medios de comunicación social, varias veces le solicitaron la renuncia. Respondió invariablemente: “ni renuncio ni me renuncian”. A Carlos Andrés Pérez y a Caldera en sus respectivos segundos gobiernos, también les solicitaron la renuncia. CAP no renunció pero no terminó su período porque fue sometido a juicio y destituido. Caldera sí logró terminar. A Chávez se le solicitó su renuncia casi desde el primer año y en 2002, se le reitero el pedido de renuncia, “la cual aceptó”. Una de las causas de falta absoluta del presidente de la república es la renuncia al cargo, tal y como lo dispone el artículo 233 de la Constitución Nacional. Las circunstancias que vive el país son propicias para crear un gran movimiento social y nacional para solicitarle la renuncia al presidente de la república. Será de la única y exclusiva responsabilidad del señor Maduro, oír el clamor nacional y garantizarle la paz a los venezolanos o llevarnos a un conflicto fratricida.
