“Estar preparado es importante, saber esperar lo es aún más, pero aprovechar el momento adecuado es la clave de la vida”
Arthur Schnitzler
Arthur Schnitzler fue un narrador y dramaturgo austríaco, médico de profesión, con gran interés por la psicología y la crisis social; fue admirado por Sigmund Freud y por el epicentro cultural que caracteriza la trayectoria inmensa de la ciudad Viena.
Los venezolanos disponemos de los conocimientos y capacitación necesaria para emprender la recuperación del país; hemos sabido esperar el tiempo suficiente como para haber adquirido la experiencia que nos impida cometer los errores de un pasado no muy lejano, que han determinado la difícil situación por la cual atraviesa la república.
El actual es el momento adecuado lograr la consecución de políticas económicas que, interactuando de manera positiva, puedan alcanzar el equilibrio entre los factores de la producción y se alcance el ansiado objetivo de estabilizar una mejor calidad de vida para todos los ciudadanos consiguiendo definitivamente la ansiada seguridad y estabilidad social.
Debemos y tenemos que detener la brusca caída del área productiva. La recuperación, estabilización y expansión de la producción de bienes y servicios hasta lograr el pleno abastecimiento nacional es imprescindible; es la manera más expedita de evitar la fuga de divisas, para después emprender el rescate de los mercados internacionales perdidos, y comenzar la diversificación de nuevos nichos mercados.
Es hasta ilógico, el rezago que Venezuela tiene en comparación con otros países que han dispuesto de mucho menos recursos que los que tuvo el país con la pasada bonanza petrolera. Mucho más significativa es la diferencia que en desarrollo hemos tenido comparativamente con otros países productores de petróleo.
La espiral económica es cíclica y se ha determinado que a periodos de expansión económica le preceden períodos de depresión y, en la era moderna se conjugan con los denominados períodos de estanflación, es decir, estancamiento con inflación, los cuales constituyen los períodos más perversos de situaciones de desequilibrio económico.
Los precios petroleros no escapan de las leyes económicas y diferentes naciones, sobre todo aquellas consumidoras de petróleo, han buscado la forma de palear las consecuencias negativas que para ellas ocasionó el alza en los precios de los hidrocarburos. Que yo sepa ninguna atribuyó el alza de los precios, que llegaron a niveles insoportables, a una “Guerra Económica” creada por países productores como Venezuela. Soportaron la pela y buscaron alternativas que, “por ahora”, son desfavorables para nosotros.
También parece ser producto del mercado salvaje, que el costo de producción de un barril de petróleo tiene un costo aproximado de $18/barril (así reconocido), y llegó a venderse en más de $120/ barril ¿850%? Supongo que la pregunta obligada es: ¿Dónde encaja el socialismo que utiliza éste sistema de comercialización pero impone a los empresarios una ganancia no mayor al 30% a través de una ley que sataniza y penaliza de manera implacable a quien la infringe?
¿Cómo superar el desabastecimiento promoviendo la inversión a través de decretos que entre otras cosas expresan que se podrá requerir los bienes de quienes arriesguen su trabajo e inversión?
“Es el momento adecuado para fusionar conocimientos y experiencias con el único fin de lograr el bienestar de los ciudadanos”.
