Los estudiantes de la Universidad Fermín Toro, núcleo El Ujano, no están de acuerdo con la forma como las autoridades de la institución están tratándoles, no sólo a ellos sino también a los profesores.
Lianny Soteldo, en compañía de Karla Pimienta y Julio César Rondón, portavoz de uno de los movimientos existentes en la casa ds estudios, aportó informaciones sobre lo que allí está ocurriendo.
Para comenzar, explicó, los profesores están muy mal pagados, a pesar de existir entre ellos mucha vocación para impartir sus enseñanzas.
Luego pasó a reseñar las dificultades que el estudiantado viene confrontando desde hace algún tiempo sin que hasta ahora las autoridades se hayan mostrado interesadas en solucionarlas.
Dijo que, en primer lugar, nunca han permitido la conformación de centros de estudiantes, algo existente en todo centro educativo, sobre todo del nivel superior.
Soteldo, quien es alumna de derecho de la UFT en El Ujano, denunció un incremento excesivo en el valor de los carnets, necesarios para ingresar a las instalaciones.
Dijo que cada uno, que hasta el año pasado costaba 300 bolívares, ahora cuesta 1.500, cifra que considera exagerada y representa una cantidad millonaria para la empresa universitaria tomando en cuenta que, sólo en el núcleo de El Ujano, cursan unos 10 mil estudiantes en los tres turnos.
“A esos hay que agregarles los de la Chucho Briceño, también numerosa”, agregó.
La bachiller Soteldo también informó que en El Ujano no cuentan con servicio de transporte, ni siquiera para el turno de la noche, lo que representa un riesgo para los jóvenes que salen hacia sus hogares por el auge de la delincuencia.
Tampoco disponen de comedor para quienes, por los horarios de dlases a los que deben asistir, no pueden ir a sus casas.
Otra necesidad es la de filtros de agua para el alumnado, equipos necesarios en toda institución donde convergen muchas personas.
“Las fallas que allí existen son muchas, como por ejemplo, que no disponemos de un seguro estudiantil que nos proteja en alguna circunstancia adversa, y el cajero bancario automático que existía, y del que nos favorecíamos todos, lo retiraron sin explicación alguna”, enfatizó la joven con el apoyo de sus acompañantes.
Dijo que los directivos de la universidad conocen toda esa problemática pero no hacen nada para solucionarla, pese a que en numerosas oportunidades se las han planteado.