La estrella filipina del boxeo Manny Pacquiao, que había anunciado su retirada tras la pelea contra el norteamericano Timothy Bradley del próximo 9 de abril, aseguró en una entrevista a la AFP que podría reconsiderar su decisión.
El púgil, de 37 años, que anunció su retirada para concentrarse en su carrera como político en su país, declaró a la AFP tras una dura sesión de entrenamiento en su ciudad natal de General Santos que ama tanto su deporte que no puede descartar más peleas.
«Es difícil decirlo en estos momentos», aseguró Pacquiao, campeón del mundo en ocho categorías diferentes, un hecho sin precedentes en la historia del boxeo, en declaraciones en exclusiva a la AFP.
«Ya había tomado la decisión de retirarme tras ese combate (contra Bradley), pero no estoy diciendo que el boxeo se haya acabado para mí. Nunca se sabe», precisó Pacquiao cuando fue preguntado por una posible revancha ante el estadounidense Floyd Mayweather, con el que perdió el pasado 2 de mayo en la enésima ‘Pelea del Siglo’ por decisión unánime de los jueces.
Esa pelea, sin embargo, fue una de las más lucrativas de la historia de este deporte, ya que generó unos ingresos totales de unos 600 millones de dólares.
Fue el espectacular colofón a la vida deportiva de Pacquiao, cuya historia de niño pobre criado en las calles que se convirtió en un atleta rico es fuente de inspiración para millones de niños filipinos.
Hasta esta misma semana, Pacquiao había insistido repetidamente que estaba encantado de dejar el deporte para centrarse en la política y luchar contra la pobreza en su país.
Pacquiao, que ya ha sido congresista en dos legislaturas, aspira a ocupar un puesto en el Senado en las elecciones de mayo, y ya está inmerso en la campaña electoral. En algunas ocasiones no ha ocultado incluso su deseo de llegar a presidente del país.