A pocas horas de haber concluido un operativo de venta de alimentos de Pdval, realizado el pasado jueves 11 de febrero, en el caserío El Placer del municipio Palavecino, varios compradores notaron un olor desagradable que provenía de las bolsas del combo de comida.
Cuando Judith Gudiño, ya en su casa, se dispuso sacar los alimentos de la bolsa, percibió que el olor se tornaba nauseabundo, y al revisar cada empaque que esculcó con los dedos sin abrirlos, notó con horror cómo emergía un cuerpo sólido de dentro del arroz.
Soltó la bolsa de un salto y al comprender qué ocurría, buscó un pañuelo para taparse la boca y examinar cada empaque nuevamente.
En efecto había un roedor en estado de descomposición dentro del arroz Venezuela que comercializa Pdval.
Con asombro e invadida por las náuseas, la señora Gudiño volvió a introducir los paquetes de alimentos en la bolsa para desecharlos, no antes sin mostrar el empaque, con el evidente roedor, a vecinos que adquirieron el combo de alimentos.
Los otros paquetes obviamente se habían contaminado por el líquido resultante del proceso de descomposición de los roedores asfixiados dentro de las bolsas de arroz.
De esa denuncia efectuada, se conoció que dos vecinos de los caseríos El Tamarindo y El Taque, también hallaron roedores muertos en estado de fermentación dentro del arroz, quienes no aportaron su testimonio por amenazas de dirigentes oficialistas, por lo que desestimaron elevar la queja ante la Defensoría del Pueblo.
Esta insalubre experiencia de la señora Judith Gudiño y los otros vecinos que adquirieron productos contaminados de Pdval, es solo un prueba de lo que pudiera seguir ocurriendo si no se activan los urgentes correctivos para evitar enfermedades mortales puesto los roedores son consideradas responsables de transmitir más de 70 afecciones, desde la transmisión de la Peste Bubónica, Tifus, Hantavirus hasta Leptopirosis.