Los Guaros de Lara (9-7) descendieron a la segunda plaza de la conferencia Centro-Occidental de la Liga Profesional de Baloncesto (LPB) 2015-2016 y fracasaron en su pretensión de romper con una larga racha que se extendió a caídas en fila en el gimnasio Luis Ramos de Puerto La Cruz, casa del campeón Marinos de Anzoátegui (12-4), tras perder 82-75 y 91-83, entre el sábado 13 y el domingo 14.
La tropa del entrenador Néstor “Ché” García no pudo explotar el hecho de que el rival también echaba de menos a su base armador (Gregory Vargas) por compromisos en Israel y no contaba con el pívot estadounidense Garret Siler por problemas de salud y afrontaba el reto de ir sin Heissler Guillent y con un base debutante, el exNBA Tyshawn Taylor, quien venía de una inactividad en juegos oficiales de casi un año (su último juego fue en Puerto Rico el 16 de abril de 2015).
Guaros erró 17 de 57 tiros libres (70.1 por ciento), perdió 25 balones, falló 33 de 49 intentos de tres puntos (32.6 por ciento) y fue superado con claridad en puntos en la pintura (50 a 72) y en segundas oportunidades (10 a 20) por un rival que en la serie tuvo al menos a cinco jugadores con promedio de diez o más puntos por cotejo y utilizó una rotación más larga, pese al reciente arribo del coach boricua Omar González como reemplazo del español Sergio Valdeolmillos.
Damien Wilkins (21.5 puntos, 6.0 rebotes, 2.5 asistencias), Zach Graham (12.5 puntos, 1.0 rebotes, 0.5 asistencias) y Taylor (10.0 puntos, 3.0 rebotes, 5.0 asistencias) absorbieron la mayor cantidad de intentos de cancha (57 de 108 en dos juegos) y asumieron así la responsabilidad de atacar con ayuda de Néstor Colmenares (9.0 puntos, 7.0 rebotes, 1.5 asistencias) y Gregory Echenique (9.0 puntos, 4.5 rebotes).
La defensa es clave
Guaros permitió 48 puntos en la segunda mitad del primer juego contra Marinos y 52 en la primera mitad del segundo, algo que el “Ché” advirtió en rueda de prensa que no le había gustado y que no podía ocurrir en el baloncesto moderno si se quiere ser un equipo ganador.
Su exitosa filosofía de trabajar a los rivales de modo que se llegue al último cuarto, en el peor de los casos, dos posesiones abajo en un juego de pocas canastas y de utilizar el reloj como aliado en el cierre, sólo pueden funcionar si el equipo vuelve a ser capaz de defender para permitir 75 puntos o menos por encuentro.
Ofensiva en construcción
Aunque aún sin el estado físico que exhibió con Indios de Mayagüez el año pasado, con Taylor en cancha Guaros retomó cierto orden en tramos de los juegos para jugar en situaciones de cinco contra cinco, pero el volumen ofensivo está lejos del nivel potencial, si se toma en cuenta que sin Heissler Guillent, se trata de reconstruirlo todo con un nuevo “director de orquesta”.
Si Taylor trabaja para acelerar su acondicionamiento con Germán Andrín y aprovecha la venidera serie contra Panteras de Miranda (7-11) –viernes 19 y sábado 20 en Caracas- para mostrar su visión de juego y capacidades en ataque, su juego podría explotarse mejor una vez que se afronte la segunda ronda de la Liga de las Américas FIBA, del 26 al 28 de este mes.
