«Las primeras impresiones marcan la pauta para el éxito más a menudo que clases, credenciales, educación, o lo que se pagó por el almuerzo» Francis Xavier Muldoon.
Como especie, estamos instintivamente impulsados a unirnos y ganarnos a la gente para sobrevivir, evolucionar y hacer negocios. Conectarse y convencer son las fuerzas elementales de la naturaleza humana que permiten que esto suceda. La habilidad de conectarse y transmitir sus ideas de manera convincente se puede lograr alrededor de unas pocas, básicas y muy simples revelaciones, que pueden conseguir sostenerse en ellas, mientras intenta montarse alrededor de la parte posterior de un taxi durante la lluvia.
La primera impresión marcará la pauta para el éxito más a menudo que las credenciales, educación o lo que pagó por el almuerzo. Nosotros normalmente decidimos dentro de los primeros dos segundos de conocer a alguien, cómo le vamos a responder.
La primera gran regla es que no hay fracasos, solo retroalimentación.
Miren a las personas a los ojos y sonrían. Sus mensajes van donde su voz va y su voz va donde sus ojos la envíen. El contacto de los ojos genera confianza. La sonrisa hace verlos felices y seguros. Díganse a ustedes mismos, tres veces, que son grandes y eso aumentará su estado de ánimo.
Encajen, conviértanse en camaleones. Nos sentimos confortables y relajados con gente que sean iguales a nosotros. Sincronicen su lenguaje corporal con otros para lograr una inmediata conexión.
Capturen la imaginación y ustedes capturarán el corazón. Utilicen un lenguaje sensorial rico en imágenes para que otros puedan ver, oír, sentir e incluso a veces el olor y el sabor de lo que quieren decir.
Sean convincentes. Convincente se refiere a lograr que otros quieran hacer lo que ustedes quieren que ellos hagan. Para que ustedes sean eficaces en esto, tres elementos deben estar presentes: una primera impresión de confianza, una lógica indiscutible y un tirón en las emociones. La confianza que puede aparecer implícita en un título «Gerente General», sus credenciales o su reputación. Se gana en un primer contacto a través de la actitud (lenguaje corporal, tono de voz) y su envoltorio personal. La lógica se puede lograr cuando sus posiciones, presentaciones o puntos de vista tengan sentido. Y finalmente la emoción se logra cuando sus argumentos apelan a la imaginación y por lo tanto a las emociones.
Ustedes son 100 por ciento responsables por el éxito o el fracaso de su comunicación. Por lo tanto, el secreto de una comunicación exitosa está en:
Saber qué quieren: Definan qué quieren ustedes en términos positivos y preferiblemente en el presente.
Averiguar que están recibiendo: Pongan atención a toda la retroalimentación que reciben y aprendan de ella para que puedan determinar que los está moviendo hacia sus metas y que los está distrayendo de ella.
Cambien lo que hacen hasta que consigan lo que quieren: Es inútil hacer las mismas cosas una y otra vez y esperar resultados diferentes. Si no consiguen lo que quieren, traten diferentes caminos, algunas veces radicalmente diferentes, hasta que consigan lo que quieren.
Definitivamente, apelen a los tres niveles, así la persona, grupo o audiencia sentirán: Yo confío en usted, usted expresa sentido en lo que dice y usted me mueve. De todos modos la confianza debe venir primero.