El papa Francisco criticó el lunes la exclusión social que históricamente han padecido los indígenas y dijo que el mundo debería aprender de su cultura y del cuidado que hacen de la naturaleza.
En el empobrecido estado de Chiapas el pontífice ofició una misa multitudinaria frente a miles de nativos a quienes dijo que la gente debería hacer un examen de conciencia y pedir «perdón» por el trato a sus pueblos.
«Muchas veces, de modo sistemático y estructural, vuestros pueblos han sido incomprendidos y excluidos de la sociedad», dijo Francisco en su homilía.
El pontífice pidió perdón en 2015 a indígenas reunidos en Bolivia por las masacres cometidas en la época colonial.
También pidió la protección del ambiente, que junto con las culturas indígenas es parte de las preocupaciones que ha manifestado en su papado.
«Ya no podemos hacernos los sordos frente a una de las mayores crisis ambientales de la historia», dijo y recordó que los indígenas «en esto tienen mucho que enseñarnos».
Parte de la misa fue oficiada en tres lenguas indígenas: tzeltal, tzotzil y chol.
«¡Francisco, amigo, los indios están contigo!» Barras de Chiapas para PapaFrancisco Vía @aciprensa #México #15F https://t.co/cv3m8PBkRM
— El Impulso (@elimpulsocom) febrero 15, 2016
Francisco, quien el fin de semana dijo que los indígenas mexicanos aún esperan el reconocimiento a las contribuciones que han hecho al país, llegó a la mitad de su viaje después de haber llamado la atención a los líderes políticos y a los jerarcas de la Iglesia para que enfrenten los males del país como la desigualdad, la corrupción, la violencia y el narcotráfico.
Desde la noche del domingo, miles de personas esperaron para escuchar la misa. A la 1 de la mañana del lunes las puertas del centro deportivo donde se oficia fueron abiertas para permitir el acceso de los fieles.
«El papa busca la unidad, no hace diferencias entre las personas», dijo José Tránsito Aguilar, un indígena tojolabal. Agregó que viajó seis horas desde su comunidad de Lagos de Montebello.
«Él trae mucha paz, pero depende de los gobiernos que cambie esto», consideró.
Animadores instruían a la gente qué consignas gritar: «¡Francisco, amigo, San Cristóbal está contigo!» y «¡Francisco, hermano, Chiapas te da la mano!».
En el centro deportivo se instaló un altar con una réplica de la catedral de San Cristóbal de las Casas, de color amarillo, con dos franjas de telares rojos y blancos.
El lugar era un mar de colores, con los trajes indígenas tradicionales de los asistentes. Mujeres tzotziles vestían faldas largas azules, rebozos multicolores, pero en los que predominaba también el azul.
Los hombres también portaban trajes regionales, como quienes vienen de la comunidad de Zinacantán, que llevan chalecos bordados y en los que resaltan el azul, el verde y el morado. También llevaban sombreros de paja con bordados y listones colgantes.
Tras presidir una misa con los indígenas en San Cristóbal de las Casas, el pontífice almorzará con algunos representantes de esos grupos y visitará posteriormente la catedral de ese municipio.
El papa sabe de los desafíos de su Iglesia y de los conflictos ancestrales que ha tenido con los indígenas en Chiapas, un estado que también llama la atención por las grandes bolsas de pobreza.
Algunos jerarcas eclesiásticos han visto como una distorsión la mezcla de catolicismo y la cultura autóctona en los servicios religiosos, que incluye el uso de ramas de pino, los huevos y la referencia a «Dios, Padre y Madre».
La incorporación de esos elementos indígenas sí contó con el respaldo del fallecido obispo de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruiz, quien entró en conflicto tanto con la jerarquía eclesiástica mexicana y el Vaticano por esa y otras cuestiones que le valieron el mote de «obispo de los pobres» y defensor de los derechos de los indígenas.
El Vaticano dijo que Francisco presentará una bula en la que autoriza el uso de lenguas indígenas, en un gesto de concesión de un papa que no se ha abstenido de honrar causas y clérigos otrora marginados.
El papa culminará la jornada con un encuentro con familias en un estadio de fútbol en Tuxtla Gutiérrez.